Sonreí.
—Tengo que irme ahora pero Gavin estará aquí más tarde —me aseguró—. Harper te llevará a tu habitación y te ayudará a instalarte.
Asentí.
—Gracias, Taylor —le dije.
Asintió y luego después de una despedida final, dejó la mansión. Me volteé hacia Harper quien mantuvo una sonrisa dulce en sus labios.
—Es agradable tener a alguien a quien servir —dijo dulcemente—. El Alfa Gavin está aquí a veces, pero no tanto. Se vuelve aburrido cuidar una casa vacía después de un tiempo.
—Estoy segura —me reí—. Me alegra estar aquí.
—Déjame mostrarte tu habitación —dijo dulcemente.
Mientras subíamos las escaleras, comenzó a explicar todas las cosas que esta mansión tenía para ofrecer. Había una biblioteca, un jardín, una piscina al aire libre con aguas termales, y cada habitación tenía su propio baño. Estaba acostumbrada a tener mi propio baño, así que iba a ser agradable tener eso de nuevo.
Cuando llegamos al segundo piso, caminamos por el corredor amplio y bien iluminado hasta que llegamos a mi habitación.
Entró a la habitación primero y se me abrió la boca. No solo era mucho más grande que la habitación en la que pasé toda mi vida, sino que también tenía todas mis cosas. Incluso la cama tenía mi edredón y sábanas; todas mis fotos y premios estaban colocados pulcramente en cómodas y estantes. Mis libros estaban en la estantería y como dijo Taylor, mi trabajo escolar, junto con mi mochila, estaba en el escritorio en el lado lejano de la habitación que se sentaba frente a la ventana grande que daba vista a las tierras de la manada.
Había otra ventana grande en el otro lado de la habitación que daba vista a los jardines, y, en la distancia, podía ver la piscina y las aguas termales.
Había un tocador que tenía mi maquillaje y productos para el cabello, y no me sorprendí cuando miré dentro del baño y vi que todos mis artículos de tocador ya estaban colocados en sus lugares correctos. El baño incluía una ducha grande y una bañera de hidromasaje separada, junto con un inodoro y mucho espacio en el mostrador.
—El clóset tiene toda tu ropa —dijo Harper mientras salí del baño. Tenía la puerta del vestidor abierta y asomé mi cabeza para verlo lleno con toda mi ropa, junto con algunas cosas nuevas que no reconocí.


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