Seduciendo al suegro de mi ex romance Capítulo 68

POV de Judy

No podía creer que realmente había aceptado esto. Me miré al espejo con el ceño fruncido. Llevaba un traje formal de mujer que parecía haberme envejecido varios años. Matt tenía razón cuando dijo que podría hacerme pasar por su madre. Por un momento, dudé que podría verme demasiado joven y los profesores nunca lo creerían. Pero esas dudas se desvanecieron cuando tomé uno de los trajes formales de mi madre y me lo puse.

Miré el reloj y suspiré. Solo tenía unos minutos antes de que llegara mi Uber para llevarme a la escuela de Matt. Ni siquiera estaba segura de qué había hecho para meterse en problemas. Debería haberle preguntado para preparar mejor mi respuesta. Tenía que ser la respuesta de una madre, debía estar enojada con él y darle una seria reprimenda.

Pasé los dedos por mi cabello, preguntándome si tal vez debería recogerlo en una cola baja en lugar de dejarlo suelto. Tragué saliva y negué con la cabeza. No... si no puedo hacerme pasar por su madre, entonces mi siguiente opción es seducir al profesor. O eso me diría Nan si le contara lo que estaba haciendo hoy.

El claxon que sonó desde afuera indicaba que mi Uber había llegado. Respiré profundo antes de darme una última mirada en el espejo. Satisfecha con mi atuendo, tomé mi bolso de la cama, me lo colgué al hombro y rápidamente salí de la habitación.

Me sorprendió que mi madre estuviera en la sala cuando bajé, y me sorprendió aún más ver que estaba tomando una taza de café. Cuando me vio, me dio una pequeña sonrisa y señaló hacia la cocina con la cabeza.

—Preparé café, por si quieres un poco —me ofreció.

—¿Tú misma preparaste el café? —le pregunté.

Alzó las cejas.

—Puedo preparar un café, Judy —me dijo con tono serio.

Parpadeé varias veces.

—No lo dije de esa manera, mamá. Solo quería decir que últimamente no has tenido ánimo para hacer nada. Me alegra que hayas salido de la cama.

—Pensé que ya era hora de empezar a hacer algunos cambios en mi vida, y no puedo hacerlo si estoy encerrada en mi habitación todo el día, ¿verdad? —me preguntó, dando otro sorbo a su café.

Sonreí y caminé alrededor del sofá para abrazarla. Cuando la rodeé con mis brazos, su cuerpo pareció tensarse. Pero solo duró un momento porque pronto se relajó y apoyó su cabeza en mi hombro.

Luego, levantó la cabeza para mirarme con el ceño fruncido.

—¿Estás usando mi ropa? —me preguntó.

Tragué saliva y solté una risa incómoda.

—Tengo una entrevista —le mentí—. Necesitaba algo profesional para vestir.

Rápidamente salí corriendo de la casa y me subí al asiento trasero del Uber. El viaje fue tranquilo hasta que llegamos a la escuela, y mientras el conductor estacionaba, mi ansiedad solo se intensificaba. Le di las gracias y salí del auto.

Cuando entré a la escuela, los pasillos estaban silenciosos. Supuse que la mayoría de los estudiantes estaban en clase. No me tomó mucho tiempo llegar a la oficina principal porque estaba cerca de la entrada. La recepcionista, una joven rubia, tecleaba en su computadora, apenas prestando atención a lo que sucedía a su alrededor. Apenas me dirigió una mirada cuando me paré frente a su escritorio.

Tuve que aclarar mi garganta un par de veces para que finalmente me reconociera. Suspiró y levantó la mirada para encontrarse con la mía.

—¿En qué puedo ayudarte? —me preguntó, levantando sus cejas perfectamente delineadas.

—Sí, estoy aquí para hablar con el director —le dije, observando a la rubia frente a mí.

—¿Y usted es...?

—Judy Landry —le mentí—. Soy la madre de Matt.

Entrecerró los ojos, examinándome de pies a cabeza antes de soltar una carcajada. Tuvo que recostarse en su asiento y sostener su estómago mientras seguía riendo. Mis mejillas ardían. Podía ver a través de mí porque si yo era la Sra. Landry, eso significaba que estaba casada con Gavin Landry, y todos sabían que Gavin era un soltero codiciado y un mujeriego. Debería haber pensado mejor antes de hablar, pero ahora que la mentira estaba dicha, no podía exactamente retractarme.