Resumo de Capítulo 0034 – Uma virada em UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Day Torres
Capítulo 0034 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrito por Day Torres. Com traços marcantes da literatura Romántica, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
La cena fue bastante tranquila y se notaba que el señor Nikola estaba más que feliz. Adriana descansaba en su sillita de comer, pero parecía que solo en una tarde había aprendido a reconocer su voz, porque apenas él hablaba enseguida le prestaba atención. Y a la hora del postre se entretuvieron los dos lanzándole cereal al resto de la familia.
—Zack ¿por qué no te tomas el día de mañana para llevar a Andrea a conocer el lugar? —lo animó su padre.
—No me creo tu buena voluntad, tú lo que quieres es acaparar a la beba —rio su hijo.
—¡También, también! Pero no me digas que este es un lugar muy hermoso. ¡No me digas que no quieres que tu novia lo conozca! —exclamó Nikola—. Incluso puedes llevarla a las pistas profesionales donde competías.
Andrea se rio y negó.
—No, no, no, no. Mejor que me lleve a las de principiantes y que no me suelte, o llegaré a la base en forma de bola de nieve —rio Andrea.
—Espera, ¿no sabes esquiar? —le preguntó Chiara con una risa burlona.
—No, ¿por qué? —preguntó Andrea.
—Bueno... siendo la novia de un campeón de juegos de invierno, ciertamente es muy raro —replicó Noémi—. Una se pregunta cómo se pudo enamorar de una persona tan... diferente a él. ¡Ustedes no pegan en nada! Digo... ¡ni siquiera sabes esquiar!
—Pues supongo que eso no es lo más importante para él —replicó Andrea—. Honestamente me habría asustado si solo le gustara el rebote de mis nalgas montaña abajo. ¿No es verdad, Thorcito?
Noémi tosió y Andrea frunció el ceño. La hermanita la tenía cansada con sus malas intenciones así que se inclinó hacia ella sobre la mesa y repitió:
—¡Nalgas!
Lo mismo Chiara que Noémi se pusieron coloradas e incómodas, tosiendo escandalosamente mientras los señores Keller intentaban contener la risa. un segundo después Milo se acercaba también y le seguía el juego.
—¡Tetas! —dijo.
—¡Milo...!
—¡Culo!
—¡Loan...! —gritó Chiara y las gemelas se levantaron de la mesa con expresión asesina—. ¡No había ninguna necesidad de ponerse vulgares!
—Tampoco había necesidad de que se pusieran pedantes —replicó Zack con voz sombría—. Pero supongo que ustedes tampoco lo pueden evitar.
—Salvados por la beba —susurró Zack en el oído de Andrea, pegándose a su espalda y ella giró la cabeza para verlo.
—Tendremos que darle fórmula extra o algo —sonrió.
—¡Bien, su padre y yo pensaremos esta noche en el premio y lo entregaremos mañana en la mañana! —declaró la señora Luana—. Ahora, ¿quién quiere ponche?
La velada fue hermosa, y por primera vez en mucho tiempo Andrea se sintió en familia, lo cual hacía mucho más difícil el tener que mentirles. Sin embargo todo se hizo aún más difícil cuando llegaron esa noche a su habitación y el sofá había desaparecido.
—¿Zaaaaaack? —murmuró ella—. ¿Dónde está el sofá?
Él vio que en lugar del sofá habían instalado una mecedora para dormir a la niña y abrió mucho los ojos.
—¡No podemos pedirlo de vuelta! —sentenció.
—¡No me digas! —replicó Andrea—. ¿Y ahora qué?
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
When reading the parts containing images accompanied by random words, it feels really uncomfortable. Perhaps I and many readers will leave this website....