Tatiana
—¿Y si alguien nos ve?— pregunto.
—No hay lobos ni personas de aquí a una buena distancia, y créeme que nadie se atrevería a acercarse a un alfa con su mate… solos compartiendo—
Escucho claramente como gruñe cuando me voy acercando a él desnuda. Parece un animal al que se le aproxima su presa, una demasiado fácil y voluntariosa. Una que quiere caer en sus garras.
—Si supieras cómo te ves... pareces una diosa del agua— dice él con voz ronca.
Si a veces me cuesta creer en sus palabras... sin duda puedo confiar plenamente en como su cuerpo reacciona con verme. Su mirada, su expresión… me hacían sentir grandiosa
—Ven aquí mi mate…— dice con una ronca y en cuanto estoy a su alcance, él me carga y me coloca dentro del agua.
—Tan hermosa…— dice viéndome y tomándome por mis caderas, mientras pasa suavemente sus dedos por mi cuello, mi mandíbula, mi cara.
—Quiero que siempre te sientas segura conmigo, que no dudes de ti misma, que sepas que tienes a un Alfa completamente dominado y en tus manos Tatiana— dice apretándome contra él, aprisionándome contra su piel.
—¿Yo te tengo dominado? ¿No será al revés?— pregunto incrédula con el corazón, latiendo desesperado mientras siento que mi espalda choca suavemente contra una roca fría y él me presiona aún más. Estoy sin salida, y ni remotamente quiero salir de aquí. Quiero quedarme en sus brazos, entre su cuerpo toda la vida.
—Por supuesto, no te equivoques. Yo soy el alfa fuerte, el que te carga y te protege... pero tú eres la que con tus manos, tus miradas y tu boca me tiene al límite. Yo haría todo por ti, ¿no lo entiendes?— dice sin aliento.
—Tú que eres capaz de enfrentarte a un vampiro y a rouges, a proteger a todos. Y a la vez… lucir endemoniadamente sexy. Tatiana... daría lo que fuera por tenerte así eternamente. Y sería capaz de matar si alguien te ve como estás ahora— dice con voz ronca y yo siento que transpiro. Él empieza a besar mi cuello y yo hago una confesión tan cierta como vergonzosa.
—Yo sentía que no podía respirar solo de verte... — digo y él se separa para verme sonriendo.
—¿Cuándo me desvestía? Pude notarlo... tu corazón se aceleraba — dice y tiene una sonrisa arrogante.
—¿Yo le gusto a mi mate? ¿Es eso lo que quieres decir?— me pregunta. ¿Qué clase de pregunta es esa?
Obvio que sí, él es hermoso, fuerte, sexy… todo lo que un alfa debería ser. Todo lo que un hombre pueda soñar. Pero no digo nada de eso.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...