Una madre soltera para el CEO millonario romance Capítulo 62

POV Noel

—¿Aún nervioso?

—Sí

—Pero es nuestra sétima cita, Demetrius —recuerdo divertida mientras tomo su mano y me acerco a su cuerpo—. Relájate.

—¿Recuerdas la primera cita?

—Por dios, síiii

—No te rías

—Demetrius, no decías palabra alguna

—Tenía miedo de arruinarlo

—Fue muy gracioso…

—Lo estaba arruinando, ¿no es así?

—Sabía que algo te pasaba, así que…

—Gracias…

—¿Por qué?

Miro sus ojos y acaricio su barba un poco crecida.

—Por haber aceptado seis citas más…

—Y estoy decidida a aceptar muchas más… por toda la vida…

—¿En serio?

—Sí… ¿por qué? ¿Tú no?

—Yo también quiero más citas… por toda la vida sería ideal.

—Te amo, quiero que siempre lo sepas

—Yo te amo más, Noel.

Acuna mis mejillas con sus grandes manos y hace que lo bese.

—Dulce como siempre, Noel Varksov

—Delicioso como siempre, Demetrius Hills, y…

—¿Qué haces?

—Aspiro tu aroma… es muy varonil…, me encanta

—A mí también me encanta tu aroma.

—¿Ah sí?

—De tus cabellos y de… tu piel —susurra al tiempo en que recorre todo el largo de mis brazos con sus dedos.

—Demetrius…

—¿Lista para nuestra cita siete?

—Muy lista. Subamos al auto…

—Noel…

Me detiene al tomar mi brazo con delicadeza. Yo volteo a verlo y Demetrius me sonríe.

—¿Qué sucede?

—Estás muy hermosa

—Demetrius

—Eres… la mujer más hermosa y maravillosa que pudo haber conocido, Noel Varksov

—Eres un hombre maravilloso, Demetrius, y… es demasiado obvio lo atractivo que eres. Te robas la mirada de toda mujer

—Solo me interesa robarme la mirada de una sola mujer.

—¿Cuál?

—La tuya, Noel Varksov

—Te amo

Lo abrazo y él me da un beso en uno de mis hombros desnudos. Para esta cita, había elegido un sexi y elegante vestido negro, el cual lograba resaltar bien mi silueta y mi escote.

—¿Nos vamos?

—Como ordenes —responde; y se dirige al auto para abrirme la puerta.

Ambos subimos y él empieza a conducir.

—¿A qué restaurante iremos?

—Hoy no iremos a ningún restaurante

—¿Entonces?

—Iremos a una propiedad que tengo. Es pequeña, pero… espero que te guste.

—Estoy ansiosa por llegar

Demetrius sonríe y después, continúa conduciendo. Luego de una hora, llegamos a un lugar muy tranquilo. Él sigue un camino alumbrado por hermosos faroles y, al final de este, veo una pequeña cabaña.

—Hermosa…

—¿Te gusta? —pregunta al estacionarse frente a aquella.

—Es muy hermosa —reafirmo al observar cada detalle de aquella.

Él me ayuda a bajar del auto y acto seguid, me conduce hasta la pequeña puerta de madera.

—Un lugar tan tranquilo que da miedo

—¿No te gusta?

—Solo bromeo…, es muy hermoso, me encanta la tranquilidad que se respira.

—¿Cierras tus ojos?

—Bien… —respondo al obedecer.

De pronto, siento sus manos sobre mis ojos y su cálido aliento en mi nuca; y, sorpresivamente, él me da un beso, el cual me hace tiritar.

—Demetrius

—Había olvidado que era una de tus zonas sensibles

—¿En serio lo habías olvidado?

—No, la verdad no, pero… no me pude resistir.

—Me gustó…, ya lo extrañaba

—Yo también…

—¿Entramos?

—Te guiaré

—Te escucho

—Acabo de abrir la puerta por completo, podemos entrar

—¿Cuántos pasos doy?

—Solo sigamos de frente

—Okay… ¿y ahora?

—Debemos seguir directo

—Vale, vale

—Mmmm… ahora…, detente

—Ay dios… sentí como si me fuese a tropezar

—Es algo que no permitiría

—Lo sé —sonrío— ¿Qué haces ahora?

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