Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 130

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Al salir del aula, Rafaela vio a Liberto, pero... realmente no le importó. En sus ojos, ella ya era un ser despreciable, así que decidió seguir siendo esa villana sin corazón. Después de todo, fue Penélope quien se acercó y la provocó.

"Los perros obedientes no se meten en el camino de los demás, la próxima vez... aprende de Liberto cómo ser un buen perro para la familia Jara." Rafaela dijo con arrogancia mientras pasaba junto a él, con los brazos cruzados. Después de caminar unos pasos, se detuvo y dijo: "Ah, por cierto, dile a la amante de tu amo que soy alérgica a las flores, que la próxima vez haga algo diferente, tal vez... hasta lo mire dos veces."

Maritza llegó corriendo hacia Rafaela con una camiseta corta preguntando: "¿Ese no es uno de los esbirros de Liberto? ¿Qué hace aquí?"

Rafaela respondió: "Vino a traer el libro."

Por la mañana, Rafaela había salido de casa medio dormida y sin sus libros. Clara, quien estaba ordenando la habitación, los encontró. Ella tenía el horario de clases de Rafaela y sabía a qué hora salía. Originalmente, Fernández quería que Patricio los llevara a la escuela, pero resultó que Liberto fue a buscar a Fernández para firmar unos documentos, así que aprovechó para llevarlos él mismo. Además, hacía una semana que no se veían...

Joaquín regresó al estacionamiento vacío, donde Liberto estaba aplicándole el medicamento a Penélope.

Penélope notó algo y dijo: "Joaquín, la bolsa que tienes me parece familiar." Apenas terminó de hablar, inhaló bruscamente debido al dolor.

Liberto preguntó: "¿Te dolió?"

Penélope respondió: "Sr. Liberto, yo... puedo hacerlo sola."

Después de que Liberto terminó de aplicar el medicamento, Penélope se fue rápidamente, como si temiera que alguien la viera.

Liberto miró por la ventana del auto, observando la figura que se alejaba, con una mirada oscura y melancólica.

"¿Qué dijo ella?"

Joaquín se preguntó cómo el Sr. Liberto sabía que la Srta. Rafaela le había dicho algo.

Joaquín respondió: "La señorita dijo que es alérgica a las flores y le pidió a la Srta. Penélope... que no la provocara."

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