Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 132

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En el oscuro pasillo del corredor de seguridad, la tenue luz acentuaba los rasgos del hombre y sus ojos oscuros la miraban con una mezcla de emociones. Quizás Liberto había bebido un poco, ya que su mirada estaba algo perdida y le dijo: "Ella no tenía malas intenciones contigo, no tenías por qué atacarla."

El aliento cálido caía sobre el sensible cuello de Rafaela, caldeando el ambiente y debilitando sus defensas. Rafaela soltó una risa y dijo con ironía: "¿Tan pronto vienes a defenderla? ¿Quieres volver a atarme y quemarme?"

Ella lo agarró por el cuello de la camisa, acercándolo un poco más, mirándolo directamente a los ojos y enfrentándolo: "Liberto, no pienses que trato así a Penélope es por celos."

"No me gusta ver a alguien así paseándose frente a mí."

"¿Y tú crees que mereces el amor de Rafaela?" Rafaela le dio unas palmaditas al hombre en la cara, él vio el desprecio y la burla en sus ojos, pero ella igualmente le dijo: "Me casé contigo por tus habilidades, de lo contrario... alguien como tú, sin antecedentes ni posición, ni siquiera sería digno de atarme los zapatos."

"No soy alguien sin dignidad, pero tú y Penélope son una pareja perfecta, despreciables hasta el tuétano. No podría separarlos."

"Uno debe tener conciencia de sí mismo, incluso siendo un perro."

Quizás esas palabras, escuchadas tantas veces, ya no tenían tanto efecto sobre Liberto. Él observó sus labios pintados de un rojo vibrante, los cuales rara vez maquillaba a menos que fuera para una ocasión especial.

"Tienes varios pretendientes, Srta. Rafaela, uno Miguel y ahora hay otro Alonso..."

"¿Quién sabe quién es la persona que más te importa?" Esa pregunta parecía ser una especie de prueba de Liberto.

Lo de Miguel no era un secreto en su círculo, pero siempre fue una herida abierta para Rafaela... también era un tabú en Floranova. Antes de casarse con Liberto, alguien mencionó ese nombre frente a ella, y Rafaela se encargó de que esa mujer casi perdiera la vida. Desde que se conoció la ferocidad de Rafaela, ese nombre no se mencionó durante años.

En aquel momento, al oírlo de nuevo, parecía un nombre tanto desconocido como familiar...