Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 31

Rafaela no contestó y las llamadas seguían llegando una tras otra hasta que, irritada, finalmente contestó: "¿Qué pasa? ¿Quién es?"

Por otro lado, en el Grupo Joyero Jara.

Liberto hizo un gesto con la mano, en respuesta, Joaquín cerró el archivo y lo colocó sobre la mesa, Liberto echó un vistazo al documento y tomó el bolígrafo para firmar su nombre. Después de eso, Joaquín salió de la oficina y cerró la puerta tras de sí, aislando el lugar del ruido exterior.

"La escuela llamó, ¿hoy no fuiste a clases?" Preguntó Liberto.

Al escucharlo, Rafaela miró el número que había llamado, su número de teléfono y el de Liberto solían ser parejas de números, diferenciándose solo en un dígito. Después de bloquearlo, no había vuelto a tener contacto con él.

No podía creer que ya estaban en el punto de divorciarse y aun así él podía llamarla con tanta calma, actuando como si nada hubiera pasado.

Rafaela se preguntaba: ¿por qué todos seguían apareciendo en su vida? Pues ese día se había encontrado con Penélope y en ese preciso momento Liberto la estaba llamando por teléfono. ¿Era esa la conexión entre ellos dos?

Rafaela intentó controlar sus emociones y finalmente dijo: "Liberto, ya no tienes que preocuparte por mí. Ahora estamos en un período de separación, a menos que sea algo importante, no me llames."

Rafaela se lo recordó nuevamente, porque cuando se trataba de asuntos relacionados con ella, Liberto raramente mostraba interés. Incluso en su aniversario de bodas, los regalos siempre eran entregados por su asistente Joaquín, y cuando ella llamaba, Liberto ni siquiera sabía lo que había enviado.

Aunque Liberto rara vez visitaba la villa de la familia Jara, y tenía resentimientos y descontentos hacia su padre, Rafaela quería prevenir cualquier eventualidad.

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