Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 50

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Para sus ojos, ella no era más que un desecho perezoso, tener un diploma era solo para que sonara bien cuando se hablaba de ello.

Lo que ella hiciera en el futuro ya lo había decidido él, ¿qué más había para decir?

La maleta personal de Rafaela, nadie la tocaba así que ella misma la abrió para organizar su ropa. De repente, no sabía qué había caído de entre las prendas y al mirar hacia abajo, vio su propio bloc de dibujo que había caído al suelo, mostrando uno de los diseños que había creado anteriormente.

Rafaela miró el dibujo en el suelo y quedó paralizada por un momento.

Lo recogió, este diseño lo había hecho hace dos o tres años, cuando se había casado con Liberto, pensando en dárselo como regalo en su aniversario de bodas.

Había diseñado una pulsera negra que nunca se podía quitar, con un patrón que había delineado cuidadosamente.

Una vez puesta, podía detectar fluctuaciones en el ritmo cardíaco y si... alcanzaba la frecuencia de un corazón enamorado, la pulsera vibraría y brillaría.

Pero si se trataba de Liberto, incluso si ella la diseñaba, aquel brillo nunca se encendería por ella.

La mayoría de sus aniversarios de boda habían transcurrido entre discusiones en estos tres años, Liberto siempre o estaba ocupado... o quizás, debería estar con Penélope en esos aniversarios.

Sus dedos delicados acariciaban el bloc con el dibujo que había hecho especialmente para él.

Quizás, en el futuro, ya no lo tocaría de nuevo.

Rafaela guardó el dibujo en el cajón más profundo.

El resfriado de Rafaela iba y venía, cocinó algo de pasta de manera improvisada, comió y luego se acostó en la cama con la cabeza mareada, lista para descansar, pero la tos constante le impedía dormir, incluso le dolía pecho de tanto toser.

Tomó dos pastillas y cerró el frasco pero accidentalmente dejó caer una.

Al recogerla del suelo, sintió que algo no estaba bien con esa pastilla, aunque no le dio mucha importancia y la volvió a guardar.