Entrar Via

¡CÁSATE CONMIGO! Tendrás a mi bebé. romance Capítulo 112

Capítulo ciento doce: Dos por uno

“Narra Apolo Galanis”

Subimos las escaleras de la masión para llevar a mi mujer hacia la habitación. Sofía no ha pronunciado ni una sola palabra desde que dejamos el hospital. La obligo a comer y a tomarse el calmante. Ella se muestra reticente ante la idea, pero al final mi voluntad se impone.

Noto cómo se pelea contra el sueño, pero el calmante hace efecto y termina dormida.

Reviso que mi hija esté dromida y bien tapada. Luego regreso a la cama con mi esposa, le quito los zapatos y la tapo también. Me doy una ducha caliente para quitarme un poco de estrés y lograr dormir aunque sea unas horas, pues presiento que el día de hoy será muy duro.

Al terminar me pongo mi ropa de dormir y apago las luces, dejando la lámpara de la mesita de noche encendida para la niña. Al caer en la cama y después de darle un último vistazo a las dos, me quedo dormido.

Al despertarme, noto que ya no hay nadie en la habitación. Miro la hora y son las ocho de la mañana. Por lo que supongo que Sofia le está dando de comer a la niña. Creo que apenas he dormido unas dos horas y media.

Tomo una ducha y me coloco unos pantalones de vestir junto con una camisa mangas largas. Hoy será un día extremadamente largo. Bajo y me encuentro a mis padres en el comedor desayunando junto con mi esposa. Las caras largas no pasan desapercibidas. Aunque sé que todos aparentan un mejor humor por mi mujer.

—Buenos días a todos —saludo con una sonrisa consoladora, aunque no sean para nada buenos. Luego me acerco a Sofia y le beso la mejilla con extrema delicadeza—. Hola, querida esposa.

—Hola —pronuncia sin muchas ganas—. ¿Ya está todo arreglado?

Asiento antes de sentarme a su lado y tomarla de las manos.

—Tú no te preocupes por nada, ¿de acuerdo? Es tu día para despedirte, hacer o decir lo que quieras.

Ya el entierro está preparado. Traté que todo fuera lo más corto posible. No habían muchas personas para asistir y es lógico teniendo en cuenta la situación actual de la familia Wilson y la Princeton.

—Ni sus padres ni su esposo están aquí para verla partir —murmuró mi mujer mientras comenzaban a echar tierra sobre el ataúd—. Todo esto es tan horrible.

—Pero tú estás aquí —la arropé entre mis brazos—. Y vales infinitas veces más que cualquiera de ellos.

—Yo probablemente sea la personas que menos quisiera Emma que la viera —incluso la veo mostrar una amarga sonrisa.

—Ella te importaba a pesar de todo, la perdonaste y has podido despedirte como una buena hermana. Es más de lo que merecía tu hermana, Sofia. Es feo decirlo, pero es la verdad.

—¿Y qué va a ser de mi sobrino? —se giró para mirarme con una expresión bastante clara en intensiones. Ya podía venir lo que quería decirme y yo no sabía qué responder al respecto.

—Sofia… —una llamada de mi secretaria me cortó las palabras entonces—. Tengo que tomar esta llamada.

Me alejé para hablar con Maritza. Con todo este asunto de los Wilson, en los últimos días no había estado muy pendiente de la empresa.

—Señora Galanis —escucho que llama una señora a mi esposa—, ¿puedo hablar con usted un momento?

Me giro para ver que Sofia asiente extrañada dirigiéndose hacia la desconocida.

112.Dos por uno 1

112.Dos por uno 2

112.Dos por uno 3

Verify captcha to read the content.VERIFYCAPTCHA_LABEL

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡CÁSATE CONMIGO! Tendrás a mi bebé.