C91- ESE MATRIMONIO CONTIGO.
La mansión estaba en silencio y Kate estaba sentada frente a la mesa del comedor, rodeada de papeles del hospital, recetas médicas y una hoja con las instrucciones postoperatorias. Pero sus ojos no estaban fijos en nada de eso, estaban fijos en el dibujo de Oliver, lo había traído consigo, como si soltarlo significara traicionar lo que su hijo sentía.
Volvió a mirar la escena: los tres tomados de la mano, como una familia.
Grayson tampoco se había quedado esa noche en el hospital. El médico insistió en que descansara, pues la cirugía sería al día siguiente, y lo necesitaban lúcido. Así que Aisling se ofreció a pasar la noche con Oliver, y ella regresó a la mansión, supuestamente a dormir, pero no podía. Las palabras de Oliver seguían repitiéndose como un eco: "Por favor, mami... vuelve con papá."
De repente, se levantó de golpe y agarró las llaves del auto sin pensarlo.
En su departamaneto, Grayson acababa de salir de la ducha. Llevaba una toalla al hombro y el cabello aún goteaba cuando entró a la sala, se pasó la mano por el rostro y soltó un suspiro largo.
Seguía pensando en ella.
En lo que le había dicho y aunque intentaba respetar su decisión, algo en su interior se negaba a aceptarlo. No, después de haber tenido todo tan cerca, no después de haberla escuchado decir que aún lo amaba.
El timbre lo sacó de golpe de sus pensamientos. Frunció el ceño, preguntándose quién sería a esa hora, se acercó a la puerta y la abrió.
—¿Kate? —Su expresión se tensó de inmediato—. ¿Pasó algo? ¿Oliver está bien?
Ella asintió, tragando saliva.
—Está bien, Ailing está con él.
Grayson exhaló, aliviado, pero la preocupación no se fue del todo.
—¿Entonces… por qué estás aquí?
—¿Te molesta?
—No. Claro que no —negó enseguida, sacudiendo la cabeza—. Nunca me molestaría que vinieras. Solo que… después de lo que hablamos…
—¿Puedo pasar? —lo interrumpió ella, bajando la mirada.
—Sí, claro. —Grayson se hizo a un lado y Kate entró, algo nerviosa.
Miró el lugar. Era masculino, sobrio, con tonos fríos. Muy él.
—¿Quieres algo? ¿Agua, una bebida, puedo pedir que…?
—No —lo interrumpió de nuevo, girándose para verlo—. Yo… quiero que hablemos.
Grayson asintió en silencio.
—Bueno, entonces… deja que me cambie.

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