Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 384

—No... no pasa nada —murmuró Lisandro, con la mirada vacilante. Tiró suavemente de la manga de Joana—. Mamá, ¿de verdad piensas mandarme de vuelta?

—Lisandro, hay cosas que, tarde o temprano, tenemos que enfrentar —suspiró Joana, agachándose a su altura—. Si te quedas con tu papá, la familia Rivas te podrá dar un futuro mejor. Todo lo que quieres, cuando seas grande, podrás conseguirlo. No tendrás que pasar por las mismas dificultades que yo.

No tuvo valor para contarle la dura y cruel realidad que llevaba guardando.

Sabía que la manera en que un niño ve el mundo se va formando desde pequeño.

Había criado a sus hijos durante todos estos años, pero ni así podía competir con Tatiana.

Tal vez, después de todo, ella no estaba hecha para ser mamá.

Lisandro rompió en llanto, las lágrimas resbalando por sus mejillas como si llevara un aguacero dentro.

Pero esta vez no hizo berrinche, ni gritó. Solo bajó la cabeza y siguió en silencio a Joana fuera del aeropuerto.

...

Joana se encargó de acomodar a Lisandro en el hotel primero.

Esta vez, tenía la agenda apretada por el viaje de trabajo. Cuando llegó a la empresa con la que tenía que reunirse, la persona encargada le informó que la colaboración se había cancelado desde hacía una semana.

Joana intentó llamar a Valentina, pero nadie contestó.

Cuando finalmente le comunicó la situación a Ramiro, el tipo del teléfono se quedó pasmado.

—¿Cómo? ¡¿Se atrevieron a romper el contrato?! Esta empresa siempre la ha manejado Valentina. ¿Pudiste comunicarte con ella?

—No, no me contesta —replicó Joana, apretando el celular con fuerza.

—Joana, aguántame tantito, voy a buscar al contacto de allá y averiguar qué pasó. En cuanto tenga noticias, te aviso.

Cuando colgó, Joana sintió como si le hubieran puesto un cuchillo en el pecho.

Aunque Ramiro no mostraba ninguna falla en su actitud, no podía quitarse de encima la sensación de que la estaban tomando por tonta.

Pasó otro día y seguía sin recibir noticias.

Decidió entonces llevar a Lisandro de regreso.

Antes, Fabián había estado recuperándose en Inglaterra, pero el ochenta por ciento de los negocios de la familia Rivas estaban en Estados Unidos.

El primer año de casada con Fabián, Joana había pasado un tiempo viviendo aquí y conocía la ubicación de la mansión.

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