Al volver a la mansión Soler, Belén se fue a dar una ducha.
Cuando salió, tomó su celular para revisar. No había mensajes ni llamadas de Fabián.
No sabía si él le había tomado la palabra o si ya había firmado el acuerdo de divorcio.
Fuera como fuese, el asunto del divorcio no podía esperar más.
Si hoy no había habido avances, mañana volvería a insistir. Y si mañana él no tenía tiempo, iría a buscarlo pasado mañana.
En resumen, le preguntaría todos los días sobre el progreso del divorcio.
Al día siguiente, muy temprano, Belén le hizo varias llamadas a Fabián, pero él no contestó.
Como tenía que irse a trabajar, dejó de insistir.
Al mediodía, volvió a llamarlo, pero el teléfono estaba apagado.
Por la noche, lo intentó una vez más. Fabián contestó, pero había mucho ruido de fondo; parecía estar con Edgar y Lucas.
Al ver que había respondido, Belén fue directa.
—¿Ya firmaste?
El lugar donde estaba Fabián era muy ruidoso y no la escuchó bien, así que le dijo:
—Te llamo en un rato.
Belén quiso decir algo más, pero Fabián ya había colgado.
Mirando la llamada terminada, Belén suspiró con resignación.
Cuando se casaron, fue el abuelo, Sergio Rojas, quien obligó a Fabián a ir con ella al registro civil.
Casarse solo había tomado unos minutos, pero divorciarse requería un trámite tras otro.
Si hubiera sabido que sería así, Belén jamás habría entrado en esa tumba que la había aprisionado hasta casi matarla.
Como era de esperar, se quedó dormida y la llamada de Fabián nunca llegó.
***
Al día siguiente era viernes, el día de descanso de Belén. Le envió un mensaje a Fabián por la mañana, preguntándole por la firma del acuerdo, pero no obtuvo respuesta.
El examen de admisión a la maestría estaba cerca y no podía permitirse perder tiempo, así que tomó sus libros y se fue a la biblioteca.
A mediodía, la pantalla de su celular se iluminó. Pensó que era una llamada de Fabián, pero resultó ser Emilia.
Belén fue al baño para contestar.
—Belén, mañana es tu cumpleaños. ¿No quieres venir a Ciudad Nova Horizonte a festejar?
—Emilia, últimamente he estado muy ocupada estudiando para mi examen y con los trámites del divorcio, así que no creo poder ir.
Cuando Emilia escuchó lo del divorcio y el examen, gritó de la emoción.
—¿De verdad?

VERIFYCAPTCHA_LABEL
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: De Esposa Desechable a Cirujana Renacida
Faltan muchos capitulos y a los que hay les falta parte del texto. Asi es imposible. Te gastas dinero para leer u te toman el pelo....