De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 279

Al ver que Fabio hablaba un poco alto, Tobías se agachó rápidamente, le tapó la boca y le hizo un gesto de silencio.

Fabio entendió y asintió.

Tobías lo soltó, le dio una palmadita en la cabeza y le dijo:

—Cuando el señor Tobías resuelva su asunto, te juro que te llevaré a la casa del terror, a todas las que quieras.

Fabio le lanzó una mirada de reojo.

—El señor Tobías es puro cuento —dijo, molesto.

Tobías juntó las manos y las agitó frente a él.

—Por favor, te lo ruego.

Al verlo así, Fabio, después de pensarlo un momento, accedió a regañadientes.

—Bueno, está bien.

Pero enseguida añadió:

—Pero señor Tobías, esa Rosario es súper mandona. Quiero ser su amigo, pero me da miedo hablarle.

Tobías ya se había dado cuenta de que Fabio le tenía miedo a Rosario.

Pero también entendía que, aunque Rosario parecía ruda, en el fondo era una niña muy buena y obediente.

Tobías no pudo evitar pensar en sí mismo. Si antes de que Belén se casara con Fabián hubiera sido más decidido, hoy no estarían en este lío.

Pero en aquel entonces, Belén estaba perdidamente enamorada de Fabián, y Tobías no tuvo más remedio que hacerse a un lado.

Si hubiera sabido que las cosas terminarían así, habría luchado por ella.

Por eso, acariciándole la cara a Fabio, le dijo con seriedad:

—Los hombres de verdad hacen lo que quieren. No esperes a arrepentirte después.

Se lo decía a Fabio, pero también a sí mismo.

—Sí, ya entendí —asintió Fabio.

Tomando valor, corrió hacia Belén y Rosario.

—¡Señora!

Belén se detuvo y se giró para mirarlo.

—Fabio, ¿qué pasa? —le preguntó en voz baja.

Fabio levantó la cara.

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