Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 220

Gaspar se dio la vuelta; la luz del sol de la tarde caía sobre él, pero ni así lograba disipar ese aire de “no te me acerques” que siempre lo rodeaba.

En ese momento, Enzo tocó la puerta y entró.

—Señor Gaspar, ya es hora de la reunión.

Samanta se quedó inmóvil por un segundo, observando cómo Gaspar se encaminaba hacia la puerta de la oficina y salía sin volver la vista.

Enzo se acercó a Samanta con una sonrisa cordial.

—Señorita Samanta, ¿quiere pasar a la sala de descanso a esperar al señor Gaspar?

—No, gracias. Tengo que ir a casa un momento —respondió ella mientras tomaba su bolso y salía del lugar.

...

En la mansión Báez.

Después de escuchar lo que Samanta le contó, Néstor seguía inconforme y soltó, con un tono amargo:

—Todo es culpa de esa Micaela. Si no fuera porque se mete en lo que no le importa, ¿crees que yo estaría en esta situación?

Al mencionarla, Samanta también sintió coraje. Para ella, estaba clarísimo que Micaela tenía algo personal contra la familia Báez.

—Papá, esta vez hay que hacerle caso a Gaspar, ¿sí?

Cuando Néstor supo que Gaspar le tenía otro proyecto preparado, sus ánimos mejoraron y se volvió hacia su hija mayor.

—Escuché que Gaspar ya se divorció. ¿No será que lo hizo por ti?

—Papá, creo que aún no sabes la mejor parte: su esposa era la que estaba metiéndose con tu empresa, Micaela —respondió Samanta, disfrutando un poco la sorpresa que se venía.

—¿Qué? ¿Micaela era la esposa de Gaspar? —Néstor abrió los ojos como platos.

—No era, papá. Ya es su exesposa —aclaró Samanta, soltando una pequeña risa.

Néstor no pudo contenerse y soltó una carcajada.

—Entonces, ¿Gaspar se divorció de esa Micaela solo para casarse contigo?

La idea le resultaba tan conveniente que hasta se incorporó con energía renovada.

—¡Eso explica por qué Gaspar todavía quiere ayudarme! Seguro es porque le interesas tú —añadió, convencido.

Samanta no se molestó en negarlo ni confirmarlo, así que Néstor lo dio por hecho. Se levantó y dijo: