Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 407

Micaela regresó a la oficina justo cuando Héctor le mandó varios reportes de datos de laboratorio para que los analizara.

Sumergida en su trabajo, el timbre del teléfono la sacó de concentración. Era Franco.

—¿Bueno? ¡Franco! ¿Ocurre algo?

—Señorita Micaela, este fin de semana hay una boda a la que necesita asistir.

—¿De quién es?

—Es la hija del señor Suárez, ya tengo la invitación aquí conmigo —Franco hizo una pequeña pausa antes de añadir—. Señorita Micaela, esta vez sí tiene que hacer espacio para ir, por favor.

Micaela estaba consciente del peso de la familia Suárez en el mundo empresarial. Se frotó el entrecejo, resignada.

—Está bien, ya lo sé.

—Mañana en la mañana le llevo la invitación en persona —Franco colgó enseguida.

Pensó que era seguro que Gaspar también estaría en la boda. Aunque hubiera preferido evitar encontrarse con él en un evento social, esta vez no tenía escapatoria.

...

Al día siguiente muy temprano, Franco apareció en su oficina con la invitación adornada en dorado. Al entregársela, añadió:

—El señor Jacobo también seguramente irá.

Micaela recordó que la última vez la niñera le había dicho que Jacobo estaba fuera del país. ¿Ya habría regresado?

La boda de los Suárez prometía ser el evento del año, con todos los grandes nombres de la política y los negocios presentes.

Al mediodía, Micaela recibió la llamada de Emilia. Resultó que su amiga estaba por la zona viendo a un cliente, así que quedaron para almorzar juntas.

En el restaurante, mientras compartían la comida, Emilia escuchó que Micaela tenía que ir a la boda y no pudo evitar reírse.

—Mira nada más, ya eres famosa entre los de la élite empresarial.

Micaela hubiera preferido pasar desapercibida, pero cuando la gente se entera de tu fortuna y tu nombre, volverte invisible es imposible.

—Esta vez sí tienes que arreglarte bien —le dijo Emilia con complicidad.

Micaela asintió, entre seria y divertida.