Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 63

Anochecer.

Micaela estaba en casa viendo la televisión con su hija cuando, alrededor de las siete, la puerta se abrió y Gaspar entró dando pasos largos.

—¡Papá, papá! —Pilar corrió emocionada hacia él y se aferró a su pierna con una enorme sonrisa.

—Mi niña —dijo Gaspar, agachándose para abrazarla. La apretó fuerte contra su pecho y le dio un beso en la cabeza, como si llevara siglos extrañándola.

—Papá, ¿por qué te fuiste tanto tiempo? Ya te extrañaba —reclamó Pilar, haciendo puchero con los labios.

—Papá tenía cosas importantes que hacer —respondió Gaspar mientras le despeinaba el cabello, incapaz de evitar darle otro beso cariñoso.

—Papá, ya que estuviste fuera tanto tiempo, ¿por qué no abrazas también a mamá? —sugirió Pilar con entusiasmo.

En la mente de la niña, estaba segura de que su mamá también había extrañado mucho a su papá. Si él la abrazaba, seguro que se pondría contenta.

Al escuchar la propuesta de su hija, Micaela se levantó del sofá de inmediato y dijo:

—Pilar, ven, mamá te va a preparar fruta.

Ese intento de Micaela por evadir el momento no pasó desapercibido para Gaspar, que la observó con una mirada distante.

Micaela lavó algo de fruta y, al regresar, vio a Pilar insistiendo para que Gaspar le diera un regalo. Sin decir palabra, Micaela subió las escaleras.

En los últimos días, ella había estado pendiente de las noticias sobre el virus esférico RT303 que circulaba en varios países. El laboratorio donde trabajaba ya había logrado que su investigación sobre el virus se publicara en una revista científica internacional reconocida.

A las diez, Micaela abrió la puerta del cuarto de Gaspar. Su hija aún seguía jugando.

—Pilar, ya es hora de dormir —anunció Micaela.

—Mamá, ¿podemos dormir contigo y con papá? —preguntó Pilar, mirándola con ojos esperanzados.

—Tu papá acaba de volver de un viaje de trabajo. Debe estar cansado, ¿por qué no lo dejamos descansar, sí? —explicó Micaela con calma.

Su hija últimamente se había vuelto más comprensiva y, al escuchar la razón, asintió obediente.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar