Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 977

—Noelia, aquí ya no necesito que sigas, puedes irte —dijo Samanta mientras tomaba su celular.

—¿Cómo esperas que me vaya tranquila así nada más?

—Alguien va a venir a acompañarme —Samanta deslizaba los dedos por la pantalla de su celular.

—¿Te refieres al señor Lionel? —Los ojos de Noelia brillaron, pues conocía perfectamente cuál era la carta bajo la manga de Samanta.

Si no era la señora Ruiz, ser la señora Cáceres tampoco estaba nada mal, y había muchas mujeres dispuestas a pelear por ese lugar.

Gaspar ya no estaba a su alcance, pero a Lionel sí lo tenía completamente en la palma de su mano. Él estaba tan enamorado de Samanta que solo le faltaba declarar la guerra a Gaspar para quedarse con ella.

Samanta marcó el número de Lionel.

—¿Bueno? Samanta, ¿todo bien? —La voz de Lionel sonaba alegre del otro lado.

—Tomé un par de tragos, me siento un poco mareada… ¿puedes venir por mí?

—¿Qué? ¡Si se supone que no puedes beber! ¿Cómo que te pusiste a tomar?

—La neta es que ando con el ánimo por los suelos, y pues me tomé unas copas. Estoy en el bar.

—¿Estás sola en el bar? —Lionel no pudo ocultar su sorpresa.

—Sí, sola. ¿Vas a venir o no? —dijo Samanta con una sonrisa coqueta.

Del otro lado se escuchó un suspiro resignado.

—¿Qué necesidad tienes de andar sola en estos lugares? ¿En qué bar estás?

Samanta curvó los labios con satisfacción. Sabía que todo el mundo podía darle la espalda, pero Lionel jamás lo haría.

Le compartió la dirección y Lionel contestó que estaba cerca, que en unos minutos llegaría.

Noelia, viendo que Samanta había logrado su cometido, aprovechó para despedirse.

—Entonces, yo te espero en el carro afuera. Si pasa algo, márcame.

Samanta asintió. Cuando Noelia se fue, sacó un espejito y se arregló el maquillaje, asegurándose de estar impecable.