El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 298

—No es eso... —Benicio se apretó el entrecejo—. Te juro que de verdad no tengo tiempo...

—¡Ya sé que andas ocupado! ¡Sé que no tienes tiempo! —Las lágrimas de Cristina caían sin parar—. Todos dicen que soy una interesada, ¿tú también piensas eso de mí?

—No quise decir eso...

—¡Claro que sí! ¡Eso es justo lo que piensas! —Cristina tomó el celular y devolvió el dinero, llorando con un dolor que partía el alma—. Beni, no quiero tu dinero. Sólo quiero que sepas que aunque todo el mundo me juzgue, no me importa. Lo único que me interesa es lo que tú piensas de mí...

—Entiendo, de verdad lo entiendo... —Benicio intentó calmarla.

—Eso está bien —Cristina sonrió entre lágrimas—. Beni, ya vente a cenar, te compré lo que más te gusta: pescado al vapor.

—Coman ustedes, todavía tengo algo que hacer, tengo que salir... —dijo él con prisa.

—¡Aunque tengas cosas que hacer, al menos cena antes de irte! —Cristina abrió el recipiente con la comida.

—No, coman ustedes —Benicio ya iba saliendo mientras revisaba la agenda de su celular, buscando un número. Cuando lo encontró, marcó—. ¿Hola? Elvira, soy Benicio.

Cristina, al oír el nombre, salió tras él. ¿Para qué buscaba a Elvira? Se acercó para escuchar mejor y alcanzó a oír la conversación de Benicio.

—Mira, Estefanía ya regresó. La abuelita de Estefanía está internada y necesita que alguien la cuide. Si ahorita no tienes trabajo, ¿podrías regresar a ayudarnos?

—Sí, todavía no sabemos cuánto tiempo será, pero si puedes quedarte bastante tiempo, mejor. Si no, al menos hasta que la abuelita se recupere.

—Perfecto, entonces mañana paso por ti.

Sin darse cuenta, Cristina lo siguió hasta el elevador. Al ver que Benicio se volteaba y la encontraba ahí, los dos se quedaron sorprendidos por un segundo.

—Eh... Beni... —Cristina se apresuró a hablar—. Sólo quería convencerte de volver a cenar, ¿de veras no quieres? ¿No tienes hambre?