Mateo los recibió personalmente a Gilberto y a Estefanía, pero como aún era temprano, los acomodó en un salón especial para invitados VIP, donde pudieron tomar unas bebidas y descansar un rato.
Poco a poco, el bullicio afuera comenzó a crecer. Era hora de salir.
—Vamos —dijo Gilberto, extendiéndole el brazo.
—Sí —contestó Estefanía, tomándolo del brazo. Pensó que estaría nerviosa; después de todo, llevaba cinco años casada con Benicio y jamás había asistido a una fiesta de este tipo. No conocía ni a la alta sociedad de Puerto Maristes ni a los clientes importantes de Benicio. Prácticamente no conocía a nadie.
Sin embargo, al salir tomada del brazo de Gilberto, se dio cuenta de que no sentía miedo alguno.
En el salón de fiestas, como lo imaginaba, no había nadie conocido. Eso significaba que nadie la conocía a ella, y tampoco a la verdadera persona importante de la noche, que caminaba a su lado.
Por más arreglada que estuviera y aunque Gilberto lucía impecable y elegante, quizá por ser tan jóvenes, o tal vez porque ahí todos estaban acostumbrados a codearse con gente de alto nivel, apenas les dirigieron una mirada rápida y siguieron buscando a sus propios amigos. Al final, en estos eventos, lo primordial era socializar.
Gilberto llevaba unos lentes dorados, dándole un aire intelectual y atractivo, nada que ver con el apodo de “demonio” que algunos le daban. Sonreía tranquilo.
—Esta noche parece que no tenemos nada qué hacer aquí. Ven, vamos a tomar algo allá.
Así, cambiaron su zona de bebidas del salón VIP al salón principal.
—Oye, ¿no se supone que tú eres el protagonista hoy? —le preguntó Estefanía. Había practicado cómo ayudar a su hermano a recibir a los invitados, de verdad quería serle útil.
Gilberto soltó una sonrisa.
—Ese paté se ve bueno, ¿crees que Mateo lo haya traído de otro país? ¿Quieres que te traiga un poco?
Estefanía se quedó callada.
Ya tenía el estómago lleno de agua y, además, la fiesta ni siquiera había empezado oficialmente. No quería llamar tanto la atención.
En la mesa de al lado, un grupo de chicas platicaba sobre joyas, comparando qué modelos exclusivos llevaba cada una.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Baile de Despedida del Cisne Cojo
Muy bonita novela desde principio cada capítulo es un suspenso...