El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 325

Benicio agitaba la mano de forma mecánica, con una sonrisa amarga dibujada en el rostro. Ahora, cualquier persona tenía la oportunidad de sobresalir, menos él, el único que había sido expulsado de la colaboración…

—Hermano, no te olvides de uno, ¿sí? Si tú logras el premio mayor, aunque sea déjame probar un poquito del caldo, con eso me doy por servido —le soltó uno, dándole unas palmadas en el hombro.

Aunque el tipo no estaba usando fuerza, Benicio sentía que cada golpe le retumbaba en el pecho, como si le estuvieran rompiendo el alma…

Gilberto terminó de dar la bienvenida e invitó a todos a disfrutar de la comida, la bebida y el ambiente. Bajó del escenario, tomado de la mano de Estefanía.

En ese instante, dejaron de ser “los hijos de quién sabe quién” relegados a una esquina; ahora, no se sabía cuánta gente se les acercaba, rodeándolos por completo.

Sin darse cuenta, el centro de atención de todo el lugar se había transformado en ellos.

Por otro lado, Mateo también se veía rodeado por varias personas.

Incluso quienes no querían meterse en el bullicio, y solo habían venido para disfrutar la comida, el vino y hacer amigos, empezaron a agruparse por su cuenta.

A Benicio y su gente, de pronto, se les vació el entorno.

Solo unos pocos dueños de empresas pequeñas, que todavía no entendían bien la situación y pensaban que podían sacar ventaja de acercarse a Benicio, se quedaron cerca.

Beatriz soltó una risa sarcástica.

—¡Ya vámonos! ¿Qué más hay que ver aquí? ¡Mejor a la casa! Aquí ya no hay nada que hacer.

El semblante de Benicio se ensombreció.

Gregorio estaba aún peor, y ya no aguantó más:

—Te lo dije, mientras Estefanía ande metida de por medio, todo se va a la basura. Benicio, esta es la tercera vez, ya estuvo bueno. Esa mujer te trae la mala suerte.