El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 557

Esta vez, como había dicho Noel, ya no había vuelta atrás.

Los rostros de los padres de Úrsula y de ella misma estaban lívidos.

—Vámonos —dijo Esteban. Si los Roldán no estaban dispuestos a ayudar, tendrían que volver a casa y pensar en otra estrategia.

Lorena, conteniendo su enojo, lo siguió en silencio.

Pero Úrsula, incapaz de aceptarlo, se quedó mirando a Noel con los ojos llenos de lágrimas. —¿No la odiabas? ¿No te hizo un daño terrible? ¿Por qué? ¿Por qué no me apoyaste? ¡En esto, nuestros intereses estaban alineados! Podrías haberte vengado de ella y, al mismo tiempo, haberme ayudado.

—¿Cuándo dije que la odiaba? —la mirada de Noel se perdió por un instante.

—¡Lo hiciste! ¡Cuando acababas de volver! ¡No permitías que nadie mencionara su nombre! ¡Si alguien lo hacía, estallabas de furia! ¡Mandabas a todos al diablo! ¡Decías que no querías volver a oír ese nombre nunca más! —le reprochó Úrsula, enumerando cada uno de sus actos como si fuera una acusación.

Fue precisamente porque lo había visto en ese estado de ira que había creído tener una oportunidad.

Noel, por supuesto, recordaba todo lo que ella decía.

Recordaba todo lo que había invertido en ese amor, toda su locura.

Pero, al oírlo de boca de Úrsula, no pudo evitar sonreír, una sonrisa que enrojeció sus ojos. —¿A eso le llamas odio? Si eso es odio, entonces supongo que la odié.

—¿Y entonces? ¿Por qué defiendes con tanto ahínco a alguien a quien odias? —le cuestionó Úrsula en voz alta, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

La mirada de Noel se volvió distante. —Por amor. ¿Por qué crees que existe el odio? Nace del amor. Cuando amas a alguien y no eres correspondido, te vuelves loco.

—¡Pero ella te lastimó! ¡Reacciona! —le gritó Úrsula.