El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 577

Benicio estaba despierto.

Su rostro tenía una palidez cenicienta y, sumado a lo mucho que había adelgazado en los últimos dos años, la sábana que lo cubría se veía completamente plana, sin ningún bulto. Su aspecto era el de alguien consumido por la desolación.

Solo sus ojos, al verlas a ella y a la abuela, parecieron recuperar un destello de vida.

—Abue… abuela… —dijo con voz temblorosa, mientras sus ojos brillaban.

Al acercarse, Estefanía se dio cuenta de que ese brillo era el de las lágrimas.

La abuela se aproximó para verlo mejor y le preguntó en voz baja: —¿Te duele?

Los ojos de Benicio se enrojecieron al instante. —No… no duele.

La abuela no mencionó nada más. Con una sonrisa, colocó la comida que habían traído de casa en la mesita de noche. —Ya es Nochebuena, así que la abuela preparó algunos platillos de Puerto Maristes. Ya es Nochebuena, así que la abuela preparó algunos platillos de la casa. En estas fechas, se come lo de casa.

—Gracias… abuela… —dijo Benicio con voz ronca y entrecortada.

—Mi niño, si te sientes mal no hace falta que hables, la abuela entiende todo —dijo ella con ternura. Luego, sacó un sobre con dinero y lo puso sobre la mesa—. Hoy es Nochebuena, todos los niños deben recibir su aguinaldo. Que los bendiga para que vivan muchos años y siempre estén bien.

La frase «que vivan muchos años y siempre estén bien» fue demasiado para Benicio. Cerró los ojos, y unas lágrimas se deslizaron por las comisuras. Sus labios temblaban tanto que no podía articular palabra.

—Gra… gracias, abuela. Yo… estaré… bien —logró decir, como si esa simple frase le hubiera costado todas sus fuerzas.

La abuela, con un pañuelo suave, le secó delicadamente las lágrimas. —No estés triste, Benicio. Recupérate pronto, que la abuela te va a preparar cosas ricas.

—Sí —respondió él, sin atreverse a abrir los ojos. No se atrevía a mirar a la abuela, y mucho menos a ella, que estaba de pie detrás.

La abuela le entregó el cuarto sobre a Ana. —Buena niña, este es tu aguinaldo de San Mateo. Para que el próximo año te vaya de maravilla y esté lleno de alegrías.

Ana miró a Benicio.