El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 589

Agustín se golpeó la frente.

—¡Chin, por estar jugando se me pasó la parada!

Estefanía se quedó sin palabras y se bajó del camión.

Lo que nunca imaginó fue que Agustín se bajaría detrás de ella. Caminó un buen tramo hasta que se dio cuenta de que alguien corría para alcanzarla.

Agustín puso cara de desamparo.

—Mi amigo me acaba de llamar para decirme que salió, y ahora no tengo a dónde ir. ¿Puedo ir a tu casa a cenar?

Estefanía: ¿¿??

—¿Por qué no te vas a tu casa?

—En mi casa también estaría solo, mis papás se fueron al extranjero por negocios. —Agustín puso una cara de sinvergüenza adorable.

Estefanía no sabía qué decir.

Pero de repente recordó que la razón por la que Agustín desapareció tan pronto de su vida fue precisamente porque sus padres se dedicaban al comercio exterior y se lo llevaron al extranjero en cuanto terminó la prepa.

Estefanía sintió de pronto compasión por él, aunque fuera en un sueño.

—¡Está bien! —dijo—. Sígueme.

Agustín se puso feliz y la siguió de inmediato.

Ella descubrió que Agustín era un tipo divertido; se alegraba por cualquier cosa y sus emociones eran muy transparentes. Además, era encantador: en una sola cena, se echó a la abuela al bolsillo con sus halagos.

Después de cenar, ya había oscurecido. Él tuvo la decencia de no pedir quedarse a dormir y se regresó en camión.

—Fani, hija, ¿ese es un compañero nuevo de tu clase? No había escuchado ese nombre en las juntas de padres —preguntó la abuela con cautela.

Ella sabía que la abuela se preocupaba por lo mismo que todos los padres.

—Abuelita, es del otro salón. Hoy vino de casualidad a buscar a un amigo y no lo encontró, y no tenía a dónde ir. Sus papás casi nunca están en casa.