El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 70

El semblante de Cristina cambió de inmediato. Miró a Benicio como si le preguntara: ¿Por qué la señora Correa trata a Estefanía con tanta cortesía?

Benicio también estaba desconcertado. No tenía idea de que su esposa tuviera alguna relación con la familia Correa. ¿Qué estaba pasando aquí?

La señora Roldán lanzó una mirada de reproche al señor Correa.

—Estefanía, ¿ya olvidaste que es la persona que salvó la vida de tu hijo?

El señor Correa por fin cayó en cuenta.

—¡Ah, cierto! ¿La muchacha de la academia de baile? Señorita Estefanía, discúlpeme por no reconocerla antes.

Cristina y Benicio se quedaron aún más confundidos. ¿Desde cuándo Estefanía era la salvadora del señor Correa?

En ese momento, una mujer que venía acompañando a la señora Roldán se acercó y le tendió la mano a Estefanía con amabilidad.

—Hola, Estefanía. Soy Fernanda. Me da mucho gusto conocerte.

Estefanía miró a Fernanda, y recordó lo que Cristina había dicho sobre el hijo mayor de la familia Correa. No pudo evitar sonreír.

El rostro de Cristina se puso rojo, luego pálido, y después de nuevo rojo. Al final, quedó tan descompuesta como si la hubieran dejado sin alma.

Pero Noel no estaba dispuesto a dejarla en paz. Con una sonrisa traviesa dijo:

—Oye, hermana, deberías salir más a convivir. Si no, la gente va a seguir creyendo los rumores de que la gran señor Fernanda de la familia Correa tiene tres cabezas y seis brazos.

—¿A poco tan exagerado? ¿Cuándo me convertí en la gran señor? ¿No se supone que ese eres tú? —respondió Fernanda entre risas.

—¡Ni de chiste! Hermana, no me eches ese paquete a mí. Yo soy el menor, nada más. —Luego miró a Estefanía y añadió—: En mi casa, hasta nuestro perro Nacho tiene más jerarquía que yo.

—Nacho es nuestro perrito —explicó la señora Roldán a Estefanía.

Las carcajadas de la familia hicieron que los ojos de Estefanía se llenaran de alegría.

Todo se sentía tan armonioso, tan divertido.

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