Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 102

Gabriel ya había llegado a esa conclusión la noche anterior. Pero al escuchar las palabras de Sofía, no logró contener su emoción. En realidad, invitarla a tomar café también había sido una manera de confirmar sus sospechas. ¡Esa respuesta era crucial para él! No obstante, su cara mostraba asombro:

—¿De verdad? ¿Hablas en serio sobre el divorcio?

—Sé que antes, cada vez que Diego y yo teníamos problemas, todos ustedes hacían apuestas sobre cuánto tiempo me tomaría regresar con él. Supongo que esta vez también han especulado, ¿no es así?

Por supuesto que ella estaba al tanto de todo. Entonces, él se disculpó.

—¡Lo siento!

—Es comprensible. En el pasado yo era motivo de burla —comentó Sofía—. Pero esta vez tomé una decisión.

Él sintió una opresión en el pecho, sin poder saber si era porque le dolía ver sufrir a una mujer o porque se trataba de Sofía.

—No te menosprecies de esa manera. Siempre has demostrado una gran fortaleza, mucho mayor que la de cualquiera de nosotros.

Entregar el corazón sin condiciones a alguien... Gabriel dudaba si él tendría el valor para entregarse totalmente. Por eso consideraba que Sofía tenía más valentía que él, más disposición a jugárselo todo.

—Gabriel, eres el hombre más atento que conozco. Después de haber sido tan necia, sigues alagando mi fortaleza. Es admirable.

Él se sintió derrotado. Claro, ella pensaba que era un conquistador que actuaba igual con todas las mujeres... ¡Pero él sí distinguía las personas! Entonces, Gabriel guardó silencio. Había estado sonriendo, pero su semblante se tornó algo sombrío. Sofía se desconcertó.

—¿Qué ocurre?

—Para ser honesto... hoy tenía muchas ganas de hablar con alguien.

—¿Tienes algún problema?

—Rompí con mi novia. —Hacía referencia a la influencer con quien había estado saliendo.

Ella lo había estado acosando sin cesar. Para él, rechazar a alguien resultaba doloroso, así que había cedido, había gastado cientos de miles en ella, ni habían tenido intimidad y habían terminado.

La realidad era que durante todos estos años había mantenido cierta distancia emocional con todo el mundo. Naturalmente, si compartiera eso, muchos no le creerían; incluso podrían pensar que tenía aventuras tanto con hombres como con mujeres.

—¿En serio?

—Definitivamente.

—¿Y a ti qué te trajo a jugar tenis?

Ciertamente, había sido por la insistencia de él. Aunque Sofía había querido aceptar.

—Tenía ganas de experimentar algo distinto a mi rutina habitual.

—Me parece excelente esa actitud —declaró él con sinceridad—. Ojalá mantengas esa mentalidad.

Ella asintió con la cabeza. Para disfrutar de la luz, habían elegido una mesa junto al ventanal de la cafetería. Entonces, un Cullinan pasó por la calle. Dentro, Valentina se quedó estupefacta.

—¿No son Gabriel y Sofía los que están ahí?

Diego miró hacia donde señalaba. Gabriel se encontraba reclinado cómodamente en el sofá, con la atención puesta en Sofía. Su mirada era intensa, una sonrisa adornaba sus labios mientras mantenían una conversación fluida y relajada. Por su parte, ella escuchaba a Gabriel con expresión serena, interviniendo con algún comentario.

Diego arrugó la frente. ¿Desde cuándo se tenían tanta confianza? En comparación con sus otros amigos, él era quien más contacto tenía con Sofía, ¡pero jamás habían demostrado ese tipo de cercanía que permitiera esas reuniones!