Sofía llegó al aeropuerto una hora antes. El avión de Eduardo ya había aterrizado, pero no lo vio por ningún lado en la salida.
Llamó al mayordomo para preguntarle. Le dijeron que estaba en otra puerta de salida.
Sofía tuvo que manejar hasta ese lugar, pero el tráfico en el aeropuerto estaba terrible. Cuando al final llegó, vio a Diego abriendo la puerta del auto de Eduardo para que subiera.
¡Todo había sido una jugada de Diego!
Sofía bajó del auto y corrió entre la multitud.
Diego ya la había visto desde hace rato, pero fingió no darse cuenta. Se inclinó y cerró la puerta por Eduardo.
—Abuelo...
Apenas Sofía llegó corriendo, Diego la agarró de la muñeca.
Al darse la vuelta, Diego la estaba mirando de arriba a abajo.
Cualquiera pensaría que su mirada era tierna. Pero lo que ella veía era una advertencia.
Eduardo, por supuesto, también interpretó esa mirada tierna y quedó satisfecho. Recordando lo que Diego acababa de decirle, no pudo evitar comentar:
—Sofía, tú y Diego están por cumplir tres años de casados. Tienen que celebrarlo como se debe.
Sofía quedó paralizada.
Cierto, estaban por cumplir tres años de matrimonio, la fecha era la próxima semana.
Después de la próxima semana, terminaría el período de reflexión y podrían tramitar sin problema alguno el divorcio.
Solo quedaban unos días más.
Eduardo continuó:
—Váyanse juntos, no hace falta que me acompañen.
Después de decir estas palabras, Eduardo le indicó al conductor que arrancara.
Con Diego en ese lugar, Sofía no podía quejarse con el abuelo. Aunque tampoco importaba mucho, solo quedaban unos días más y todo entre ella y Diego habría terminado.
Él observó la mirada algo perdida de Sofía.
—¿En qué piensas?
—En nuestro aniversario de bodas.
Sofía levantó la cabeza y lo miró con cierta indiferencia.
Eso era algo que Diego no podía tolerar.
Sofía entendía a la perfección la desventaja física que tenía frente a un hombre, así que dejó de resistirse, aunque todo su ser reflejaba desprecio.
Diego sintió un peso en el pecho y la observó con una preocupación indescriptible.
—¿Qué sucede? ¿Ya no puedes ni verme? ¿Estás ansiosa por acostarte con Alejandro?
Mantuvo el mismo tono indiferente, hablando como si nada, pero cada palabra era cruel y despiadada.
Mientras hablaba, deslizó los dedos por la cara de Sofía hasta detenerse junto a su ojo, donde comenzó a acariciarla varias veces con la yema del dedo.
Diego se dio cuenta por primera vez de que Sofía tenía un lunar minúsculo, casi invisible, en el extremo del ojo. Era tan pequeño que creyó que era una mancha, pero no se quitaba.
Sus movimientos eran sensuales.
Sin embargo, al mirarse a los ojos, no había rastro alguno de pasión entre ellos.
La antigua Sofía, la de antes del divorcio, habría hecho cualquier cosa para evitar que Diego la malinterpretara. Habría estado dispuesta a sacarse el corazón del pecho si era necesario con tal de demostrar su inocencia.
Pero la Sofía actual sonrió con frialdad.
—Tranquilo. Cuando llegue el momento en que me acueste con Alejandro, serás el primero en enterarte. ¡Te lo garantizo, serás el primero en todo el planeta!

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano
Por favor otros medios de pago para poder conseguir monedas😫...
Muy hermosa pero hay mucha dificultad para leerla porque hay que tener monedas y sin ellas no hay acceso a los capítulos hay que tener otros métodos de desbloqueo gracias...
Please can you publish more than 6 chaps/day.. And today no chaps ???...
🥲...
Pague la aplicación y aún me faltan párrafos deberían prestar más atención en la traducción xq falta contenido no vuelvo a comprar en su aplicación...
Xq no ponen toda la novela de una sola vez me encanta y siempre tengo que esperar al otro día...
Me encanta la pasión la frialdad lo intenso ay no tiene de todo...
Es interesante...