Sofía se molestó de inmediato.
—¿Me estás siguiendo?
La indiferencia y el desprecio en sus ojos volvieron a herir a Diego.
Antes, cuando él aparecía de improviso, para Sofía era una sorpresa; siempre alcanzaba a ver el brillo de la alegría en su mirada.
Por eso, en cada reunión familiar, ella se mostraba feliz: porque él la acompañaba en esa farsa de matrimonio normal, la tomaba de la mano y compartía con ella gestos sencillos frente a los demás.
Ese tipo de detalles, por pequeños que fueran, la mantenían ilusionada durante mucho tiempo.
Ahora, sin embargo, él había ido expresamente a buscarla, y en los ojos de ella no encontró ni una pizca de afecto ni de ternura.
Diego no sabía cómo lidiar con eso.
Le resultaba tan extraño que sintió como si una aguja le atravesara el corazón.
Ese dolor lo obligó a calmarse un poco.
—Quiero hablar contigo —dijo con seriedad.
—¿De qué? —preguntó Sofía.
—En un mes es el cumpleaños de mi abuelo. Me pidió que te llevara conmigo.
—Ya estamos divorciados, ¿por qué tendría que ir?
Diego no dio explicaciones.
—¿Y qué con el divorcio? ¿Vas a ir o no?
Sofía tomó la decisión sin dudar.
—Iré al cumpleaños de tu abuelo, pero no contigo. Haré lo mismo que antes: fingir que no nos conocemos.
Hasta hacía pocos días, Diego aún fantaseaba con que, cuando se le pasara el enojo, Sofía regresaría dócilmente. Pero después de verla besar a Alejandro, ya no estaba seguro.
Empezaba a dudar si todavía lo amaba.
Y esa idea lo aterraba. Solo de pensar que tal vez ya no lo quería, perdía el control.
Por eso nunca imaginó que llegaría al punto de mentirle para que le obedeciera.
Ella sabía que esas palabras lo enfurecerían, que no las aceptaría.
Pero ya no le importaba.
Si a él le molestaba o no, ya no era su problema.
No solo tenía que decirlas: tenía que decírselas de forma clara y directa.
—Un matrimonio termina y dejamos de ser familia. Con mis amigos y mis seres queridos, ya arreglé todo. Lo de los Villareal lo resuelves tú, no me quieras arrastrar ni me voy a meter.
Es cierto que Eduardo siempre la trató bien, y por eso asistiría a su cumpleaños.
Pero, en el fondo, él era el abuelo de Diego, y después del divorcio ya no tenía nada que ver con ella.
Sofía pensó que él iba a estallar en cualquier momento, pero no lo hizo.
Diego solo mostró un brillo hostil en la mirada. Observó el lugar en el que estaban como si recién se diera cuenta de dónde se encontraban, recorrió la tienda con la mirada y luego volvió a mirarla.
—¿Te gustan las tazas?
Sofía no respondió.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano
Por favor otros medios de pago para poder conseguir monedas😫...
Muy hermosa pero hay mucha dificultad para leerla porque hay que tener monedas y sin ellas no hay acceso a los capítulos hay que tener otros métodos de desbloqueo gracias...
Please can you publish more than 6 chaps/day.. And today no chaps ???...
🥲...
Pague la aplicación y aún me faltan párrafos deberían prestar más atención en la traducción xq falta contenido no vuelvo a comprar en su aplicación...
Xq no ponen toda la novela de una sola vez me encanta y siempre tengo que esperar al otro día...
Me encanta la pasión la frialdad lo intenso ay no tiene de todo...
Es interesante...