El Valiente Renacer de una Madre Soltera romance Capítulo 185

—Señora, aunque ya revisé con detalle los equipos de esas personas, podría haberse escapado alguno. Mejor acompáñenos al despacho del presidente Cárdenas por si acaso.

Jaime, a pesar del miedo que le causaba la situación, se adelantó para calmar a Sofía, que estaba a punto de explotar.

Al escuchar eso, Sofía también empezó a analizar las posibles consecuencias.

Al darse cuenta de lo que podía venir después, le lanzó a Santiago una mirada cortante y, mientras giraba la muñeca, se zafó de su agarre.

—Yo puedo ir sola.

Sin esperar respuesta, avanzó a paso firme.

Alfonso, que había estado parado despreocupado, de inmediato la siguió.

Santiago bajó la mano hasta rozar la costura de su pantalón. Cerró el puño con fuerza y luego fingió estar tranquilo, soltando los dedos poco a poco. Sus ojos, entrecerrados, dejaron ver un destello sombrío que cruzó por su mirada.

Cuando vio por el rabillo del ojo que Marcos también quería seguirlos, Santiago extendió el brazo para detenerlo.

—Te agradezco lo de los documentos, pero esto ya es un asunto familiar. Mejor quédate fuera.

Marcos se detuvo en seco. Santiago apartó la mirada y, con pasos largos, se internó en el edificio.

Con esas palabras, a Marcos no le quedó más que resignarse. Solo alcanzó a mandarle un mensaje a Sofía:

[Si necesitas algo, márcame. Voy por ti en cuanto me digas.]

Luego, Marcos se dirigió al estacionamiento subterráneo. Antes de irse, echó un vistazo a ese restaurante al que hacía tiempo no iba. Luego apartó la vista, como si la conversación con Sofía no hubiera ocurrido. Al final, sin compañía, solo era una comida más.

...

Mientras tanto, en la oficina de la presidencia del Grupo Cárdenas.

Sofía y Alfonso se sentaron juntos de un lado de la mesa, justo frente a Santiago.

Santiago los miraba fijo, sin que se notara si estaba molesto o no, pero sus ojos no se apartaban ni un segundo del pequeño espacio entre los dos. Mientras más los veía, más incómodo se sentía.

—¿A qué viniste al Grupo Cárdenas?

Con el ceño fruncido, Santiago fue directo y le preguntó a Alfonso.