—Este es el plan de proyectos más reciente de CANDIL, échale un vistazo.
Liam sacó un documento de su portafolio.
En cuanto escuchó que era algo relacionado con el trabajo, Sofía se puso seria y se acercó un poco más hacia donde estaba Liam.
—El caso de Marcos Gil va a cerrarse en estos días. Durante este tiempo, CANDIL también se vio bastante afectada por mi situación. De verdad, lo siento mucho.
Sofía habló con un poco de pena, pero no dejó de revisar el documento con atención.
Liam negó con la cabeza.
—Hay muchas cosas que se demoran en verse reflejadas. No te voy a mentir, al principio de todo esto sí, CANDIL sufrió un buen golpe. Pero hace poco, la opinión pública dio un giro inesperado: gente en internet y clientes que se sintieron apenados empezaron a apoyar a CANDIL para compensar. Volvimos a tomar fuerza, y la verdad, los ingresos de estos días han sido los más altos en diez años, incluso más que cuando lanzaste tu primer diseño aquí.
Al escuchar eso, Sofía sintió una oleada de nostalgia.
Al principio, lo suyo con CANDIL solo era una apuesta para invertir. Llevó sus bocetos, solo para probar suerte. Nunca imaginó que un famoso diseñador la descubriría y recomendaría ante la sede central. No defraudó: en poco tiempo, se convirtió en la carta fuerte de CANDIL.
Todavía recordaba cómo fue el furor cuando CANDIL publicó su primer diseño. Todo internet estaba plagado de publicidad de CANDIL. Una actriz en la premiación con un vestido diseñado por Selina, una celebridad en la alfombra roja con otro de sus modelos, todas las miradas sobre ella… Así, su nombre se hizo famoso en todas partes.
—Tanto yo como la directiva esperamos que puedas entregarnos pronto una nueva colección. Como dicen en Nueva Castilla, “hay que aprovechar mientras el hierro está caliente”.
Liam aclaró el punto.
Sofía lo escuchó y asintió, completamente de acuerdo.
Tal como él decía, CANDIL seguía en boca de todos. Era el momento perfecto para aprovechar la oportunidad.
Cerró el documento con decisión.
—Por supuesto que sí.
Liam mantuvo su tono calmado al escucharla aceptar.
—Entonces, en nombre de CANDIL, te agradezco.

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