Jefe Irresistible: Rendida a su Pasión romance Capítulo 13

Después de que mi jefe compartió toda la información sobre su viaje, Mariana y yo volvimos a nuestra oficina para seguir trabajando. El resto del día transcurrió sin novedades. El tiempo pasó volando, y justo cuando estábamos tomando nuestros bolsos para irnos, la puerta de mi jefe se abrió al mismo tiempo que Patricio aparecía en mi oficina.

—¡Hora de descansar, chicas! —dijo Patricio con esa enorme sonrisa que parecía nunca abandonar su rostro—. Ale y yo vamos a cenar al Georgio's, y no puedo dejar de invitar a las dos mujeres más hermosas de esta empresa para que nos acompañen.

Georgio's es un restaurante italiano carísimo en la ciudad. Meli y yo ya habíamos quedado en ir a cenar ahí el fin de semana; nos enteramos de que servían los mejores ñoquis y tenían un vino de producción propia delicioso, queríamos conocerlo. Meli me convenció diciéndome que necesitaba familiarizarme con ese tipo de ambiente ahora, ya que seguramente tendría que ir a almuerzos o cenas de trabajo.

—¡Ay, qué lástima, Patricio! Ya tenemos planes y hay personas esperándonos. Quedemos para otro día —respondió Mariana rechazando la invitación, ya que íbamos a cenar en mi casa.

Yo solo sonreí y agradecí, pero no pude evitar notar que mi jefe puso una cara aún más seria, como si estuviera de mal humor. Nos miró y dijo con voz grave:

—Vamos, ¿no pueden reagendar sus planes para cenar con su jefe? ¿No es una descortesía?

—Alessandro, no seas gruñón. La descortesía sería hacernos cancelar un compromiso a última hora. Podemos cenar con ustedes mañana, ¿verdad, Catarina? —Mariana siempre lo reprendía como una madre corrigiendo a sus hijos.

—Claro, Mariana. Será un placer. Aunque si el jefe insiste, estoy segura de que nuestros acompañantes entenderán que es un asunto de trabajo —dije, y me arrepentí en el momento que miré al Sr. Mellendez, quien parecía echar humo de la rabia y habló con un tono poco amistoso.

—No hace falta. Ni pensarlo que las obligaría a dejar esperando a sus acompañantes. Jamás. Diviértanse, solo no llegue tarde al trabajo mañana, señorita Vergara.