Todos llegaron y mi jefe me pidió que cerrara con llave la puerta de mi oficina y la de su despacho cuando entrara. Nos sentamos en los sofás y Alessandro comenzó.
— Es lo siguiente, ustedes cuatro son las únicas personas en las que confío en este momento, así que el tema de esta reunión es confidencial y nadie debe enterarse. Hace seis meses noté algunas pequeñas incongruencias entre los informes financieros, la contabilidad y los informes comerciales. Entonces, Patricio y yo empezamos a mirar con más cuidado. Con el último informe financiero nos convencimos, algo está mal cuando cruzamos los datos. Creo que alguien está robando a la empresa.
Me puse ansiosa, esto era muy grave. Miré a Rick que estaba como yo muy atento. Entonces Patricio habló:
— Sí, gente, pero no es solo que estén desviando dinero, están desviando otros recursos también, además de que algunos clientes están reduciendo la frecuencia de negocios con nosotros y otros simplemente terminaron sus contratos.
— Entonces muchachos esto es aún más grave, porque si la empresa está sufriendo diferentes ataques, corremos el riesgo de que la vacíen y quiebre —dijo Mariana asustada.
— Sí, Mari, esto es gravísimo. Por eso te pedí que fueras a contabilidad ayer y buscaras esos documentos sin avisarles con anticipación. Pero la cosa me parece mucho más grande y creo que vamos a necesitar una auditoría muy rigurosa —Alessandro dijo pasándose las manos por el rostro.
— Pero, Alessandro, si existe un saqueo de la empresa en varios frentes, significa que no es una sola persona, esto debe estar orquestado por un grupo —dije bastante preocupada—. Cuando trabajaba en la constructora vi algo similar suceder con un proveedor que parecía extremadamente sólido y quebró de la noche a la mañana. Era un amigo de Aldo Lascuran.
— ¿Y sabes más a fondo qué pasó? —Patricio me preguntó.
— Sí, yo era secretaria y Aldo me puso a disposición de su amigo por tres meses para ayudarlo con lo que necesitara, pues había contratado una auditoría que garantizó que todo estaba bien y una semana después quebró, la empresa fue vaciada. Entonces lo ayudé a estudiar los documentos para entender qué sucedió.
— ¡Ah, pero qué suerte la nuestra! Entonces conoces bien la situación. Tu experiencia será fundamental, Catarina —Alessandro dijo con una sonrisa—. ¿Dónde falló la auditoría?
— La auditoría no falló, fue manipulada. Descubrimos que los auditores estaban comprados por los autores del fraude tan pronto como comenzaron el trabajo. Por eso pienso que ustedes no deben contratar una auditoría y dejar que sepan que estamos siendo auditados. Eso los alertará y pueden destruir documentos, sabotear la auditoría o sobornar a los auditores —dije con preocupación.
— Pero, Cat, sin la auditoría ¿cómo llegaremos a los culpables? —Rick preguntó confundido.
— Ahí está, creo que necesitamos contratar unas tres o cuatro personas, como si fueran solo más contrataciones normales, pero personas de alta confianza capaces de hacer una auditoría independiente, que entrarían en los departamentos como espías, llamémoslos así, sin que nadie sepa que están ahí para auditar. Y ellos pueden mezclarse, seguir el día a día y de madrugada pueden venir a la oficina y auditar con libertad.
Alessandro y Patricio se miraron como si comprendieran mi sugerencia. Y entonces mi jefe habló:
— Tienes un plan, ¿no es así? —Sonreí y asentí. Realmente tenía una idea—. Entonces vamos, Catarina, explícanos qué estás pensando.
— Es simple, el edificio es grande, creo que pueden desocupar un piso con la excusa de que será remodelado y montar allí una oficina para que la auditoría se haga en secreto. Ese piso puede ser fácilmente sellado y restringido a personas de confianza, como decidiste hacer aquí en la presidencia, Alessandro. Contratamos personas para infiltrarse en los departamentos, pero no solo en los problemáticos, en todos, personas que parezcan inofensivas pero que serían los ojos y oídos de la auditoría y harían copias de todos los documentos. Como la empresa es tuya, también puedes instalar equipos de grabación en todas las salas y teléfonos, pero sin que nadie lo sepa, así el trabajo sería monitoreado directamente en el piso de la auditoría, que tendría un pequeño equipo trabajando solo de madrugada únicamente para hacer los análisis necesarios.
— La idea es muy buena, Cat, pero ¿por qué trabajarían solamente de madrugada? —Patricio preguntó serio.
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