La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 214

Así que, cada vez que alguien que pudiera representar un peligro para ella se le acercaba, Petra se obligaba a estar alerta y a cuidar cada movimiento.

Si ella llegaba a caer, su hermana probablemente se rendiría por completo.

Leo asintió con la cabeza.

—Entendido, señorita Calvo.

En cuanto Renata vio a Petra, enderezó la espalda.

Petra avanzó hacia ella, el gesto totalmente impasible, como si nada de lo que ocurriera a su alrededor pudiera afectarla.

Leandro fue tras Petra, decidido a impedir que Renata hiciera algún movimiento brusco o intentara atacarla.

La mirada de Renata se posó primero en Leandro, luego, invadida por la envidia, se dirigió a Petra.

—¿Tanto miedo me tienes que hasta necesitas traer un guardaespaldas?

Petra soltó una risa burlona.

—No te creas tan importante. Mírate, pareces tan demacrada que ni los mismos fantasmas te querrían llevar. Yo, por lo menos, no quiero ser quien te ayude a cruzar al otro lado con una sola bofetada.

Renata apretó los dientes, los ojos llenos de rabia, sin dejar de fulminar a Petra con la mirada.

—Ya te fuiste. ¿Por qué tuviste que volver?

—Joaquín ya no te quiere. ¿Por qué sigues aferrada a este lugar como si no tuvieras dignidad?

Petra se quedó de pie, manteniendo una distancia prudente, observando en silencio cómo Renata perdía la cabeza.

El espectáculo era patético. Renata, viendo que Petra no reaccionaba, apretó aún más los dientes y estuvo a punto de lanzarse sobre ella.

—¡Devuélveme a mi hijo!

Leandro reaccionó al instante, interponiéndose entre ambas y empujando a Renata para apartarla. Ella cayó sentada en el suelo, y el dolor se reflejó en su expresión.

Apenas había pasado poco tiempo desde que perdió a su hijo, su cuerpo seguía débil.

—No vengas a querer echarme la culpa de tus desgracias. Tu hijo no tiene nada que ver conmigo. ¿Devolverlo? ¿Acaso soy hombre para devolverte nada? Si tienes cuentas pendientes, ve y pídeselas a Joaquín. A ver si él puede devolverte un hijo.