La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 221

La decepción y la culpa eran imposibles de disimular en los ojos de Petra.

Benjamín la miró de reojo antes de apartar la vista, y con voz calma le preguntó a Ramiro:

—¿Cuándo regresas a San Miguel Antiguo?

Ramiro, al escuchar la pregunta, revisó la hora en su celular y respondió en voz baja:

—Esta misma noche me voy. Franco Ruiz se va a comprometer, y el abuelo pidió que toda la familia Ruiz esté presente. Mañana es la reunión de los familiares cercanos, después será la fiesta formal de compromiso.

Cuando Petra escuchó el nombre de Franco, levantó la cabeza de inmediato.

¿Franco?

Ese nombre le sonaba. Recordó haberlo visto en una revista de entrevistas en la biblioteca de su hermana. De hecho, él era el que aparecía en la portada.

¿Podría ser que Franco fuera el mismo hombre del que su hermana hablaba tantas veces, ese que decía que no se casaría con nadie más que con ella?

Franco era ahora el líder de la familia Ruiz, el único que logró imponerse entre todos sus tíos, el vencedor de las peleas internas. Se decía que era despiadado, que en los últimos años tenía tan controlados a sus tíos que nadie se atrevía a desafiarlo.

Sin duda, era una persona fuerte y dominante.

Petra sabía muy bien que Jimena Calvo, su hermana, siempre había admirado a los hombres poderosos. Si Franco era ese alguien que la hizo perder el rumbo, entonces tenía sentido.

Pero a pesar de eso, durante todos estos años, Franco siempre estuvo vigilado por sus tíos. Si de verdad hubiera salido con su hermana, habría rumores, algo habría salido a la luz.

Además...

Franco era del tipo de persona que, si hubiera querido ayudar a su hermana en su carrera, lo habría hecho sin problemas.

Petra no podía entenderlo. Su cabeza estaba llena de dudas.

Ramiro era parte de la familia Ruiz, seguro sabía algo más, aunque fuera poco.

Ella abrió la boca, con ganas de preguntar, pero Benjamín, que estaba platicando con Ramiro, la miró y le dijo con un tono apacible:

—Si quieres saber algo, mejor pregúntame después, cuando estemos solos.

Petra asintió suavemente.

La verdad, no tenía intención de preguntar tan directamente. Pero, ya que Benjamín lo dijo así, prefirió quedarse callada.