La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 30

...

Petra se quedó en silencio, esperando con paciencia frente a la puerta, sin atreverse a interrumpir a Benjamín mientras terminaba su partida de juego en el celular.

El hombre tenía toda la atención puesta en la pantalla, tan concentrado que incluso Petra, que no solía interesarse, sintió curiosidad por ver qué lo tenía tan absorto.

Benjamín movía a su personaje para apoyar a sus compañeros, su sentido del juego no era malo.

Pero apenas llegó al campo de batalla y asomó la cabeza, lo eliminaron de inmediato.

Al mirar la pantalla apagada de su celular, el gesto de Benjamín se tornó sombrío, como si acabara de perder una apuesta importante.

Al instante, sus compañeros votaron por rendirse.

...

El ambiente se llenó de un silencio incómodo.

Benjamín rechazó la rendición y luego levantó la mirada hacia Petra, que seguía de pie en la puerta. Habló con voz profunda y seria:

—Pasa.

Sin darle más vueltas, se adentró en la sala con el celular aún bien sujeto, sin querer soltarlo.

Se dejó caer en el sofá, con el ceño fruncido y el aire de alguien que acaba de perder una fortuna.

El juego revivió a su personaje. Benjamín, lleno de renovada esperanza, volvió a lanzarse al ataque, pero esta vez tampoco duró mucho: en cuestión de segundos, la pantalla volvió a oscurecerse.

En esta ocasión, el equipo enemigo llegó directo hasta su torre principal. Sin destruir el núcleo, se quedaron afuera y empezaron a usar la función de regreso a base solo para burlarse.

La irritación de Benjamín era evidente, se le notaba hasta en la forma en que apretaba los labios.

Poco después, sufrieron otra derrota total. El mal humor del hombre se hacía cada vez más pesado.

Petra, incómoda, desvió la mirada, pero cuando Benjamín revivió de nuevo, no pudo evitar asomarse para ver cómo jugaba, evaluándolo en su mente.

"Bueno, tiene algo de idea… pero sus manos no le siguen el ritmo", pensó, reprimiendo una sonrisa.

El equipo contrario seguía provocándolos, negándose a terminar la partida mientras continuaban las burlas. Petra sentía cómo la sangre le hervía solo de ver esa actitud.

Cuando su personaje fue eliminado una vez más, Benjamín, ya bastante irritado, levantó apenas los párpados.

Y, sin aviso, sus ojos chocaron con la mirada de Petra, que no podía ocultar ni la frustración ni el desdén.

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