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La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 31

Benjamín extendió la mano y le quitó el celular a Petra. Sus dedos largos y bien definidos rozaron la palma de ella, provocándole un cosquilleo intenso.

De inmediato, él retiró la mano, bajando la mirada con indiferencia para observar la pantalla del celular. Tocó el botón de “confirmar” bajo la palabra “derrota” y salió del juego.

Petra apretó suavemente los labios, pensó un momento y luego habló en voz baja.

—Si quieres, puedo ayudarte a jugar.

Benjamín arqueó una ceja.

—¿Ayudarme tú? —le lanzó con desconfianza.

Sus ojos, oscuros y profundos, no se apartaron de ella ni un segundo, como si evaluara si en verdad tenía la habilidad que decía.

La mirada de Benjamín despertó en Petra un fuego competitivo, así que sacó su celular con decisión.

—La verdad soy muy buena jugando de jungla. Varios de mis héroes tienen insignias nacionales.

Mientras hablaba, desbloqueó el celular y empezó a buscar la app del juego para mostrarle sus logros.

Sin embargo, al revisar la pantalla principal, notó que no estaba el ícono del juego. Solo entonces recordó que lo había desinstalado hacía mucho.

La mirada intensa de Benjamín seguía fija en ella, y al ver que no encontraba el juego, soltó una risa baja.

Aunque no hubo burla en su tono, a Petra le sonó como un aguijón.

Respiró hondo y de inmediato abrió la tienda de aplicaciones para descargar el juego de nuevo.

—Solo es un juego, descargarlo de nuevo no me cuesta nada —dijo, esforzándose por sonar tranquila y tapar su incomodidad.

Pero Benjamín frunció el entrecejo y guardó su celular.

—Si ya no juegas ese juego, no tienes que forzarte a descargarlo otra vez. Sé que la señorita Petra nunca ha sido de las que se obligan a hacer algo que no quieren.

Petra se quedó un segundo en silencio, sorprendida. Apenas iba a decir que no era ningún esfuerzo, cuando él apartó la mirada, sacó una cajetilla de cigarros de la mesa y tomó uno. Se levantó y caminó hasta el balcón, sin encenderlo.

Benjamín estaba lejos, y su actitud dejaba claro que prefería mantener la distancia.

El corazón de Petra se encogió. De pronto entendió que las palabras de Benjamín tenían otra intención.

Recordó cómo, en su momento, ella había insistido en quedarse en Santa Lucía de los Altos. No dudó en romper con la familia Calvo e incluso se aferró a estar con Joaquín, jurando que nunca se obligaría a hacer nada por compromiso.

Benjamín siempre fue el elegido de la familia Hurtado, criado como futuro líder, acostumbrado a vivir rodeado de privilegios.

Ser rechazado por una prometida a la que ni siquiera había visto debió ser el primer golpe real a su orgullo.

Cuando se rompió el compromiso entre los Calvo y los Hurtado, Petra recordó que su hermana la había advertido: al hacer quedar tan mal a los Hurtado, ellos rompieron toda relación de negocios con los Calvo.

Con ese pasado, era evidente que no tenían la mejor base para hablar de negocios.

Petra bajó la mirada, enojada consigo misma por haberse precipitado.

Debió asegurarse antes de que Benjamín sí quería comprar Nexus Dynamics, o quizá dejar que su hermana gestionara la venta de las acciones. Así todo habría sido más sencillo.

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