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La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 29

Del otro lado de la línea, hubo un silencio que se sintió eterno. Pasaron varios segundos antes de que la voz de Fabiola, cargada de asombro e incredulidad, rompiera la pausa.

—¿En serio… de verdad?

Petra soltó un simple —Ajá—, y agregó:

—Yo me encargo de organizar todo, pero antes de que se concrete, no digas nada a nadie.

Fabiola tardó un poco en reaccionar, pero al final le juró una y otra vez que no se le escaparía ni una palabra sobre el asunto.

Ya más tranquila, Fabiola pensó que, en el fondo, dudaba que Petra pudiese convencer a Benjamín de invertir en el proyecto de Innovex Global.

Después de todo, para alguien como Benjamín, un proyecto tan pequeño como el de Innovex Global ni siquiera debía llamar su atención.

Cuando colgó, Petra empezó a buscar en su bolsa la tarjeta que Héctor le había dado tras el accidente de carro, pero por más que le dio vueltas, no apareció.

Todos los trámites después del accidente los había resuelto la aseguradora, así que nunca se quedó con ningún dato de contacto ni de Benjamín ni de su asistente.

Tras pensarlo bien, no le quedó más remedio que escribirle a Belinda para preguntarle por la dirección de Benjamín en Santa Lucía de los Altos.

Apenas escuchó que Petra quería saber dónde vivía Benjamín, la voz perezosa de Belinda cambió, como si de pronto le hubiera dado un subidón de energía.

Belinda y Petra crecieron juntas desde niñas, así que por supuesto sabía del acuerdo de matrimonio que alguna vez hubo entre la familia Calvo y la familia Hurtado.

—Petra, no me digas que quieres hacerle como el dicho: “caballo que regresa, buena hierba encuentra”, ¿o qué?

El comentario le sacó una sonrisa y un gesto de resignación a Petra.

—¿Y solo me queda ser la hierba que espera al caballo?

Belinda se quedó pensando unos segundos antes de responder:

—Si prefieres ser la oveja descarriada que regresa a su rebaño, tampoco estaría mal, ¿eh?

Petra no pudo evitar reírse ante la ocurrencia y fue directa al grano:

[Ya le pregunté a mi hermano. Benjamín está en casa.]

...

Guiándose por la dirección que le pasó Belinda, Petra llegó al departamento donde vivía Benjamín. Tocó el timbre y esperó varios minutos, pero nadie abrió.

Cuando iba a volver a tocar, la puerta se abrió desde adentro.

Benjamín apareció en el umbral, impecable y con un aire de impaciencia en los ojos oscuros. Tenía la misma expresión reservada y distante de siempre, pero en la mano sostenía un celular. La pantalla mostraba un juego MOBA, uno de esos que llevan años siendo populares. El personaje de Benjamín acababa de ser eliminado: todo el fondo del juego estaba en tonos grises.

Petra se quedó pasmada. Jamás se habría imaginado que Benjamín, tan serio y fuera de este mundo, fuera fan de ese tipo de juegos.

—Señor Benjamín, me enteré por mi hermana que está pensando comprar las acciones de Nexus Dynamics, y por eso vine a platicar con usted…

Pero él apenas le lanzó una mirada desdeñosa, sin dejar que terminara la frase. Justo en ese momento, su personaje volvió a la partida y Benjamín bajó la mirada para concentrarse en el celular.

Se quedó parado frente a Petra, sin moverse, sin invitarla a pasar ni pedirle que se fuera. El ambiente se llenó de una tensión rara, como si el silencio se pudiera cortar con un cuchillo.

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