Entrar Via

La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 361

—Después de tantos años juntos, ¿cuándo te he lastimado yo a ti?

El reclamo de Joaquín hizo que en la mirada de Petra cruzara un destello de fastidio, como si la actitud a la defensiva de ella le provocara una herida profunda.

—¿De verdad, Joaquín? ¿Ahora resulta que te volviste actor? Deja de fingir ese drama apasionado conmigo, que a mí no me conmueve ni tantito. Nomás logras que me des más asco. ¿Por qué no te vas a hacer tu show con Renata o con Cecilia? A ver si ellas sí te compran ese cuento.

Petra lo miraba de frente, sin una pizca de simpatía, con una repulsión imposible de ocultar en el fondo de los ojos.

Joaquín respiraba agitado. No quería discutir con Petra, tampoco quería que ella se obsesionara con Cecilia ni con ese asunto.

—Renata ya no va a aparecer frente a ti, lo juro. Le di una lana para pagar todo lo que debía y ya me prometió que apenas se recupere se va de Santa Lucía de los Altos.

Petra ni se inmutó. Contestó con voz tranquila, sin una sola variación en el tono.

—Eso no tiene nada que ver conmigo.

Joaquín frunció el ceño, luchando por mantener la calma, pero al final bajó la cabeza.

—Petra, todos cometemos errores. Si me das una oportunidad, te aseguro que esto no vuelve a pasar. Renata no va a regresar a Santa Lucía de los Altos. Podemos volver a estar bien, ¿qué dices?

Mientras él soltaba esas palabras, las recepcionistas de la entrada lanzaban miradas cautelosas hacia Petra, atentos a cualquier reacción en su cara.

Sin embargo, la expresión de Petra no cambió ni un poco. Era como un lago en calma, imperturbable.

Todos pensaban que después de siete años juntos, era imposible que Petra soltara a Joaquín. Que ya era demasiado lo que habían invertido como para tirar todo por la borda.

Pero tras los últimos sucesos, la mayoría ya percibía la verdad: la única que no podía soltar era Joaquín.

Ese querer quedar bien con todos, ese no decidirse, de verdad era algo que repugnaba.

Joaquín, al ver a Petra callada, creyó que estaba dudando. Así que aprovechó el momento.

—Petra, dame una chance, por favor.

Dicho esto, se arrodilló de un solo golpe, sacando de su bolsillo un anillo de compromiso.

El diseño era igual al de sus argollas de boda, solo que el diamante era mucho más grande que el de antes.

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Traición en Vísperas de la Boda