Joaquín aún logró salir corriendo antes de que Benjamín se subiera al carro.
Se esforzaba en mantener el paso firme, pero igual se veía tambaleante.
—Sr. Benjamín.
Lo llamó, deteniéndolo.
Benjamín paró en seco y giró para mirarlo.
Joaquín se acercó, extendiendo la mano. Su expresión ya no tenía el aire arrogante que había mostrado frente a los otros socios.
—Sr. Benjamín, quizás no lo sepa, pero Petra ha estado ocupada estos días organizando nuestra boda, por eso casi no ha venido a la empresa.
—Mañana vengo yo mismo para firmar el contrato con usted. A partir de ahora, cualquier asunto de Nexus Dynamics puede tratarlo directamente conmigo.
Mientras hablaba, sacó su celular, listo para intercambiar contactos con Benjamín.
Benjamín permaneció quieto, su compostura contrastando con el estado tambaleante de Joaquín.
—Sr. Joaquín, usted ya tomó de más. Los asuntos de trabajo mejor los platicamos otro día.
—El contrato, eso sí, quiero firmarlo con la señorita Calvo. En cuanto a lo demás de Nexus Dynamics, claro que lo contactaré a usted.
Leo ya había recibido el aviso de Petra al inicio de la cena y se acercó en cuanto pudo.
Todo el tiempo había esperado en el carro, pendiente de cualquier indicación de Petra.
Cuando ella le lanzó una mirada, Leo entendió y fue a ayudar a Joaquín.
Pero Joaquín no quería saber nada, se zafó de su agarre con brusquedad.
—No estoy borracho, Sr. Benjamín. Le juro que no estoy borracho. Todavía estoy bien, Nexus Dynamics ahora es...
Benjamín no esperó a que terminara. Sin decir palabra, se agachó y subió al carro.
Joaquín quiso detenerlo, pero Héctor cerró la puerta justo a tiempo, bloqueándolo.
—Sr. Joaquín, hasta aquí lo acompañamos.
Sin más, Héctor se subió al asiento del copiloto. Apenas cerró la puerta, el chofer arrancó y se alejaron.
Solo así, con Petra entre sus brazos, parecía calmar la ansiedad que lo había estado carcomiendo.
Ver a Petra conversando y sonriendo con Benjamín antes lo había llenado de la idea de que ella se iría con él en cualquier momento.
Hasta le parecía que, aunque él hubiera causado un desastre, Petra ni siquiera habría volteado a verlo.
Petra intentó apartarse pero, al ver que era inútil, dejó de luchar.
Los socios, ajenos a lo sucedido, empezaron a felicitar a Joaquín, deseándoles muchos años juntos y éxito para Nexus Dynamics.
Ellos todavía tenían contrato vigente con la empresa, así que no sabían nada de lo que Joaquín había hecho.
El Sr. Mauricio y Fabiola se mantuvieron al margen, sin decir nada.
Ambos ya habían visto de lo que era capaz Joaquín, así que no pensaban sumarse a las adulaciones.
Fabiola, incluso, sentía repulsión. Ni siquiera pudo felicitarlo.
Poco a poco, entre tantas palabras de felicitación, Joaquín recuperó el aire triunfal, soltó a Petra y se unió al grupo, afuera del restaurante, lanzándose de nuevo en un largo discurso.

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