Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1395

Todo el personal de la oficina seguía trabajando horas extras, especialmente Yael.

La repentina aparición de Dorian fue un gran alivio para un Yael que estaba hasta el cuello de problemas.

—Señor Ferrer.

Lo llamó y, recogiendo unos documentos de su escritorio, se apresuró hacia Dorian.

—¿Qué pasó? —preguntó Dorian, tomando los archivos que le ofrecía, con el rostro serio.

Había regresado a toda prisa no solo para darles a Amelia y a él mismo un poco de espacio y tiempo para adaptarse, sino, y más importante, porque había ocurrido un accidente en el pabellón de ciencias del Colegio Secundario de Arbolada, un proyecto que había financiado a finales del año pasado en nombre de Amelia.

Yael se lo había notificado de urgencia esa misma mañana.

—Esta mañana, mientras los trabajadores estaban en la obra, la viga en voladizo del ala este se derrumbó de repente, dejando a tres trabajadores gravemente heridos. Ya fueron trasladados de urgencia al hospital —explicó Yael, también con semblante grave.

—¿Cómo están los trabajadores heridos? —preguntó Dorian, hojeando rápidamente los documentos que tenía en la mano, un informe resumido del accidente.

—Dos de ellos ya están fuera de peligro, pero uno sigue en estado crítico, en la unidad de cuidados intensivos. Sus familiares vinieron a la empresa a hacer un escándalo hace un rato, pero ya logramos calmarlos —dijo Yael.

—¿Por qué se derrumbó? —preguntó Dorian.

—El dictamen preliminar indica que… —Yael dudó, mirando a su alrededor antes de continuar.

Dorian entendió y se dirigió a su oficina.

Yael lo siguió.

Una vez que la puerta de la oficina se cerró, la voz de Yael se volvió más grave y baja.

—Los expertos creen preliminarmente que se trata de un defecto de diseño. Dicen que el diseñador no tuvo en cuenta los efectos de segundo orden en el proceso de diseño. La gran estructura en voladizo genera momentos flectores adicionales al deformarse, y al ignorar este efecto en los cálculos, la capacidad de carga resultó insuficiente. Además, la longitud de anclaje de las barras de refuerzo en la base del voladizo no era la adecuada.

—¡Imposible! —Dorian cerró el archivo de golpe—. Amelia nunca cometería un error tan básico.

Yael lo miró con duda.

—Considerando la profesionalidad de la señorita Soto, en teoría es imposible que cometa esos errores, pero el proyecto del pabellón de ciencias fue diseñado durante el período en que perdió la memoria. ¿Podría haber alguna omisión profesional…?

—¡Imposible! —lo interrumpió Dorian de nuevo, con firmeza—. Perdió la memoria, no la inteligencia. Hay muchas razones por las que un proyecto puede colapsar, no le echen la culpa al diseñador a la primera.