No Me Dejes, Aunque No Te Lo Mereces romance Capítulo 119

Mientras hablaba, Adela le pidió a Ariel:

—Ariel, ve al patio de atrás y llama a tu abuelo.

Ariel, al escuchar la indicación de Adela, dejó el libro que tenía entre las manos. Sin prisa, se encaminó hacia el patio trasero para buscar al abuelo.

Poco después, ya toda la familia estaba sentada alrededor de la mesa, disfrutando la cena. Adela miró a Ariel y le dijo:

—Ariel, de ahora en adelante, cada fin de semana tráete a Joha para comer aquí. Y aunque no tengan nada importante, acompáñala a visitar a su abuelo de vez en cuando.

—Tus abuelos ya están grandes. Lo único que quieren es ver que ustedes, los más jóvenes, vengan a visitarlos —añadió con una sonrisa tranquila.

Sirviéndole una sopa a Johana y pasándosela, Ariel respondió con calma:

—Está bien.

La abuela, al ver la escena, también dirigió la mirada a Ariel y le recordó con voz firme:

—No te olvides de lo que prometiste este año: que pronto nos vas a dar un bisnieto. Y el año que viene, quiero ver a tu abuelo y a mí cargando a ese bebé en brazos. No estés pensando en esas chicas de afuera ni te distraigas en tonterías.

La abuela había insistido en que Ariel trajera a Johana a comer el fin de semana, justo para evitar que Ariel pasara tiempo con Maite.

Al escuchar esa nueva presión, Johana no dijo nada. Agachó la cabeza y siguió comiendo, sintiéndose incómoda.

Ariel solo contestó:

—No se preocupe, abuelita.

Adela, al notar que la abuela volvía a tocar el mismo tema, intentó suavizar el ambiente mientras le acercaba un poco más de comida:

—Mamá, créame que Ariel y Joha ya se lo han tomado en serio. No hace falta que se los repita en cada comida, no los presione tanto.

A ella no le preocupaba tanto la presión sobre Ariel, pero sí le inquietaba Johana, porque se le notaba la incomodidad en el rostro cada vez que se mencionaba el asunto.

Por eso quiso intervenir.

Después de todo, demasiada presión tampoco ayuda en ese tema.

La abuela, al escuchar la intervención de Adela, asintió rápidamente:

—Está bien, está bien. Mientras ellos lo tengan en mente, yo ya no lo menciono tanto.

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