No Me Dejes, Aunque No Te Lo Mereces romance Capítulo 52

Al ver la escena, Johana se levantó de la cama diciendo:

—Voy a lavarme la cara y los dientes.

Sin mirar a Ariel ni un segundo, se puso las sandalias y salió directo al baño.

Cuando escuchó la puerta cerrarse, Ariel soltó una risa baja. En un par de movimientos, ya tenía la corbata perfectamente puesta.

Al poco rato, Johana salió del baño arreglada. Ariel se agachó para tomar el saco del sofá, se lo puso de manera casual y le dijo, como si nada:

—Vámonos a desayunar.

Johana asintió y salió junto con él. De todas formas, ella también pensaba salir.

Ese día, Johana llevaba un conjunto cómodo, perfecto para la oficina pero sin perder ese toque femenino y elegante que la caracterizaba. Su porte resaltaba entre la multitud.

Ariel caminaba delante de ella con las manos en los bolsillos, dando pasos largos y decididos.

Johana tuvo que apurarse para alcanzarlo.

De repente, Ariel se detuvo en seco y giró para mirarla.

Pensando que la estaba apurando, Johana aceleró el paso hasta llegar a su lado.

Nunca se quejó de lo rápido que caminaba Ariel. Había visto cómo, cuando iba con Maite, él la esperaba y caminaba despacio para acompañarla.

No es que no supiera ser atento; simplemente no le importaba hacerlo con Johana.

Ella llegó a su lado trotando suavemente. Ariel, sin darle mayor importancia, sacó la mano derecha del bolsillo y la tomó de la mano.

Johana lo miró, pensando en soltarle la mano. Pero recordó que todo era una farsa para las cámaras, así que decidió dejarlo pasar.

Al entrar al elevador, Ariel seguía sujetando su mano. No dijeron ni una palabra.

Poco después, el elevador llegó al cuarto piso, donde estaba el restaurante. Al salir, se toparon con un ambiente animado.

—Señor Ariel.

—Señor Ariel.

Todos saludaban a Ariel con respeto. Él solo asintió con la cabeza.

—Señor Ariel, venga a desayunar. El desayuno del hotel está bastante bueno.

Un hombre que venía de frente saludó a Ariel con una sonrisa. Al ver a Johana, rápidamente la saludó también:

—Subdirectora Johana.

Ese “subdirectora Johana” sonó con cierto doble sentido.

—Buenos días —contestó Johana con una sonrisa, sorprendida de que alguien se hubiera fijado en su presencia.

Ariel se puso a platicar con la gente en la entrada, mientras Johana permanecía callada a su lado.

En ese momento, Maite y un grupo de chicas se acercaron.

Cuando Johana vio a Maite, Maite también la vio.

Sus miradas se cruzaron. Johana la observó con tranquilidad, pero Ariel soltó de inmediato la mano de Johana.

Johana notó el gesto y lo miró de reojo.

Apenas vio a Maite, Ariel la soltó. Qué práctico era. Y cuánto le importaba Maite.

Johana levantó la cabeza y volvió a mirar a Ariel. Él no apartaba los ojos de Maite, y esa mirada estaba llena de dulzura.

Como si… la noche anterior no hubieran dormido en habitaciones separadas, como si esa mañana él no le hubiera pedido ayuda con la corbata, como si nunca le hubiera tomado la mano.

—Maite.

—Maite.

—Maite.

A medida que Maite se acercaba, la entrada del restaurante se hizo aún más animada, todos la saludaban con entusiasmo.

Capítulo 52 1

Capítulo 52 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: No Me Dejes, Aunque No Te Lo Mereces