No Me Dejes, Aunque No Te Lo Mereces romance Capítulo 59

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Justo cuando Johana estaba a punto de darse la vuelta para irse primero, de repente sintió una mano sujetándola de la parte trasera del cuello.

Se giró rápidamente, sorprendida, solo para ver a Ariel sonriendo de oreja a oreja mientras platicaba animadamente con varios adultos. Sin embargo, con la mano derecha, sin que nadie lo notara, seguía presionando con firmeza la nuca de Johana, manteniéndola a su lado.

Por un instante, parecía como si la persona que hacía esto no fuera la misma que sonreía tan amablemente.

Johana miró a Ariel e intentó apartar su mano, pero él la soltó antes de que pudiera hacerlo. Sin perder la naturalidad, Ariel tomó la mano de Johana y la jaló para que se quedara junto a él.

Johana alzó la cabeza para mirarlo, intentando liberar su mano, pero Ariel la sujetaba con tanta fuerza que le fue imposible zafarse.

No le quedó de otra que rendirse. Sin embargo, al apartar la vista del rostro de Ariel, notó a Hugo pasando entre la multitud, caminando solo hacia el restaurante.

En ese instante, Johana lo comprendió todo.

Así que de eso se trataba: Ariel tenía esa pequeña inquietud.

Pero Hugo ni siquiera estaba pendiente de esa parte del salón y no la había visto. En realidad, Ariel estaba pensando demasiado.

De hecho, Ariel ni siquiera vio a Hugo; lo único que notó fue que Johana quería irse y, de inmediato, la retuvo a su lado.

A pocos metros, Maite se acercaba hacia ellos. Había visto perfectamente el movimiento de Ariel.

Por un momento, la sonrisa de Maite tambaleó, volviéndose un poco forzada.

Aunque sabía que Ariel solo estaba actuando, en el fondo no pudo evitar sentirse lastimada.

A pesar de eso, se tragó el disgusto, guardó sus emociones y saludó con una sonrisa.

—Ariel, Joha.

—Maite.

Luego de un saludo breve, Maite sonrió y empezó a platicar con Johana sobre el trabajo.

—Joha, ¿tú conoces a Hugo, el de Avanzada Cibernética, verdad? Escuché que su empresa ha estado investigando tecnología para transferir electricidad de forma inalámbrica. En Soluciones TechWave estamos muy interesados en ese tema y también hemos avanzado un poco.

—Por eso, Joha, ¿crees que podrías presentarnos? Nos gustaría conocerlo.

Soluciones TechWave era la empresa de la familia Carrasco, que controlaba el 53% de las acciones. El resto pertenecía a otros socios y pequeños inversionistas, así que en realidad la familia Carrasco era quien tomaba las decisiones importantes.

Antes de esto, el papá de Maite ya había intentado reunirse con Hugo varias veces para hablar sobre una posible colaboración.

Pero Hugo había rechazado todas las invitaciones.

Ahora que Maite vio a Johana platicando con Hugo el día anterior, pensó que tal vez ella podría hacer la presentación.

Al escuchar a Maite, Johana le devolvió una sonrisa tranquila.

—Maite, apenas conocí al señor Hugo ayer, casi no lo trato. Así que la verdad no podría ayudarte con esa presentación.

—Pero según lo que me dijo, él vino a este congreso justo para buscar socios. Si quieres, puedes acercarte tú misma y presentarte. Seguro que el señor Hugo te escuchará y podrán platicar sobre tus ideas.