¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 21

Mantengo mi mirada al frente sin atreverme a levantar la cabeza hacia él. Me está observando, pero no puedo mirarlo a los ojos. En cambio, analizo el escudo de su manada que está a la altura de su corazón, es hermoso. Hay dos lobos, uno gris oscuro y otro negro más grande. Cada uno está a cada lado de la insignia con un hermoso árbol color esmeralda de aspecto celta en el medio. El resto es de color gris simple. Es sencillo, pero maravilloso.

Levanto mi mano para tocarlo y, al hacer contacto con él, se pone tenso. Esperaba que me detuviera, pero no lo hizo, así que lo tomo como una buena señal y paso los dedos por encima para sentirlo. Las líneas talladas de los lobos son tan llamativas que las toque todas y en cada rincón al menos tres veces. Cuando por fin retiro mi mano, me sujeta de la muñeca para que no la mueva. Alzo la cabeza y, como esperaba, noto que me está mirando. Puso mi mano contra su pecho de nuevo y me habló con una voz tan suave que casi no pude escucharlo.

“Ahora este escudo me representa tanto a mí como a ti. El destino no te ha puesto en un camino fácil, pero creo que podrás sobrevivir, así como yo lo hice.”

Por primera vez desde que nos conocimos, quiero que este momento dure para siempre, anhelo volver a escuchar su voz seductora. Nos quedamos perdidos en la mirada del otro por no sé cuánto tiempo, pero, de repente, el momento mágico se rompe y él se va. Me quedo de pie aquí, en medio de la habitación, aturdida por lo que acaba de pasar. Esa interacción fue tan íntima, pero tan inocente que no sabía si seguirlo o no.

Sin embargo, decido no hacerlo. Después, también salgo de la habitación, pero no para seguirlo. Prefiero dejar de pensar en ese momento que tuvimos. Me dirijo a la habitación de Emma de nuevo. Esta vez, ella se encarga de mi maquillaje y peinado. Tengo miedo porque no quiero lucir como una chica plástica. Confío en sus habilidades, pero aun así no me gusta usar nada exagerado.

Todavía no sé cómo se ve mi vestido, pero Emma pensó que me encantaría. Cuando termina de maquillarme y peinarme, se niega a dejar que me mire. Quiere que “reaccione cuando todo esté listo”, como dijo un millón de veces. Esta chica de verdad sabe cómo crear suspenso, pero lo único que me preocupa es cómo va a reaccionar mi compañero. Al fin y al cabo, me dejó bastante claro que no le gusta que muestre mi cuerpo frente a otros hombres. Espero que el vestido que eligió no sea tan revelador.

“Desvístete.”

Esta simple palabra me sacó de mi trance.

“¿Disculpa?”

“Ya me escuchaste, desvístete, pero quédate en ropa interior. Quítate el resto de tu ro-”

“Ni loca, no me voy a desnudar frente a ti.”