¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 3

Ha pasado una semana desde que hablé con mis padres y mi hermano, y la reunión comienza en dos días; los estoy ignorando lo mejor que puedo en mis últimos días de libertad, pero lo que me sorprende es que no se han molestado en intentar hablar conmigo, es como si no existiera. Bueno, en parte es porque están ocupados con la preparación de la próxima reunión, hay mucho por hacer, pero no planeo ayudar con nada; sé que tal vez estoy siendo una mocosa malcriada, pero no me importa, porque a ellos tampoco les importa, no me gusta nada de esto y se los dejaré claro mientras siga aquí.

Desde que me encerré en mi habitación durante la última semana, no he tenido con quién hablar, me estoy muriendo del aburrimiento, y mi loba también está intranquila dentro de mi cabeza, porque siente lo mismo, pero gracias a la diosa, ella es el mejor regalo que he podido recibir. Es hermosa, valiente, fuerte y una corredora extremadamente rápida, me encanta su pelaje único, y estoy segura de que con su tamaño y fuerza podría desafiar fácilmente a un alfa.

Estoy encerrada en mi habitación, solo salgo para comer algo o estirar las piernas, o patas, cuando estoy en mi forma de lobo, no había nada que pudieran decirme y que yo quisiera escuchar. Me doy la vuelta para revisar mi teléfono, veo la hora, son las 4:00 de la tarde y siento que mi estómago hace ruidos; si logro escapar con éxito y seguir sin pareja, voy a comer mucho como celebración y para recuperar mi energía. Bajo a la cocina y veo que mi madre está cocinando para todos los líderes que se quedarán en la casa de la manada, es buena para ese tipo de cosas; también me ha entrenado para hacerlo yo, y dice que seré una gran luna si Celeste, la diosa de la luna, me pone junto a un alfa. Desde que éramos niños, mi mamá nos enseñó a mi hermano y a mí a tratar a nuestras parejas, y también me enseñó los deberes de una luna; su instinto dice que seré la pareja de un alfa, pero mi madre es una romántica empedernida y tiene más fantasías sobre nuestras parejas que nosotros.

Cuando entro en la cocina, haciendo el menor ruido posible, ella se sobresalta un poco al verme y se mueve hacia mí con decisión e inmediatamente me da un abrazo aplastante: "Realmente lo siento, cariño, sé cuánto odias esto, pero debes hacerlo". No quiero escuchar el resto del discurso, así que la empujo suavemente, me dirijo a la despensa para buscar algo para mejorar mi estado de ánimo y mi estómago, y salgo de la cocina con los suaves sollozos de mi madre de fondo. Puedo sentir a mi lobo gimiendo por el llanto de nuestra madre, pero no me rendiré, ya he decidido que, si encuentro a mi pareja, ya no los reconoceré como mis padres; de todos modos, no les importo, ¿así que por qué me deberían importar a mí?

Sin embargo, tampoco quiero lastimarla, es solo que no tengo nada que decirle, ni a ella ni a nadie, que no haya dicho ya. Escucho que alguien vuelve a entrar, y me doy la vuelta esperando ver a mi madre, por lo que abro la boca para disculparme, pero luego veo a mi padre de pie en la puerta; se ve cansado, y estoy segura de que la mitad de esto es por mí culpa, y el resto, ¡por la famosa cacería! Suspiro y dejo mi comida en la mesa, me acerco al taburete, me siento y espero el sermón que sé que me dará, pero para mi sorpresa, no dijo nada, solo se quedó mirándome, o más bien observándome; estoy tratando de leer sus expresiones, pero como un gran alfa experimentado, es bueno para ocultar sus emociones.