Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 105

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El puño de Ignacio, apoyado en su muslo, se apretó con tanta fuerza que los nudillos crujieron. Las venas de su mano se marcaron como serpientes retorcidas bajo la piel, y todo su cuerpo emanaba un aura asesina.

Sacó su celular y llamó a Adriana, su voz cargada de furia.

—El desastre que armaste, arréglalo ahora mismo.

Sin esperar respuesta, colgó.

***

El Bentley negro se desplazaba a toda velocidad por la amplia avenida, mientras un silencio tenso reinaba en el interior.

Sabrina, con los brazos cruzados, miraba por la ventana sin ver nada. Los recuerdos de su vida pasada y presente se mezclaban en su mente, como una película que repetía las mismas escenas una y otra vez.

Cada imagen era un recordatorio crudo y real de lo que había sucedido.

Mientras repasaba los acontecimientos, una idea repentina la asaltó: ¿y si había caído en una trampa?

—¿Peleaste con Ignacio? —La voz de Camilo interrumpió sus pensamientos, trayéndola de vuelta a la realidad.

Sabrina se giró para mirarlo.

—Eres bastante chismoso.

Aunque no fue una respuesta directa, era una admisión indirecta.

Camilo soltó una risa fría.

—¿Otra vez por culpa de Adriana?

Justo en ese momento, el celular de Sabrina sonó. Era una llamada de Adriana.

Camilo miró de reojo el nombre en la pantalla y añadió más leña al fuego.

—No puedes competir con ella. Es una maestra del engaño. Si sigues tratándola, la única que saldrá perdiendo eres tú.

—Seguramente no sabes las porquerías que ha hecho en el mundo del diseño de modas. No es tan talentosa como aparenta.