Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 172

Al notar que Tania la había descubierto, Regina se puso colorada de inmediato, aunque se negaba a aceptarlo de cualquier manera.

—Ay, ¿quién va a fijarse en un cojo? A mí me gustan los hombres altos y fuertes, él no está a mi altura —soltó, intentando disimular.

Tania no pudo evitar soltar una carcajada, como si escuchara el chiste más absurdo del mundo. Era como si Regina no entendiera el valor de una joya y la confundiera con una baratija.

Ignacio pertenecía a ese grupo selecto que está en la cima. Regina ni siquiera estaba en condiciones de ser su asistente.

...

—Sabri, ¿de verdad quieres divorciarte de Ignacio? —preguntó Camilo, fingiendo preocupación, aunque en el fondo solo esperaba ver el circo arder.

No había olvidado cómo, hace poco, Sabrina se había aprovechado del cariño del abuelo y lo había humillado sin piedad.

Sabrina no le contestó de inmediato. Solo le extendió el acuerdo.

—Solo falta tu firma.

Camilo se quedó pasmado. Recibió los papeles sin entender mucho, pero al abrirlos notó que era el contrato que él mismo le había dado antes. Ahí estaban, varias hojas del acuerdo de divorcio.

Ignacio ya había firmado todo.

—Te lo prometí y nunca rompo mi palabra. Solo enojando a Ignacio logré que no revisara los detalles —explicó Sabrina, tranquila.

—Sabri, eres demasiado buena conmigo —balbuceó Camilo, sintiendo cómo el corazón le latía con fuerza y las manos le temblaban.

Después de tantos años esperando, por fin tenía en sus manos todas las acciones y propiedades que antes estaban a nombre de Ignacio.

—¿Y entonces? ¿Qué esperas para firmar? —le soltó Sabrina, con una sonrisa que casi parecía de burla.

Camilo, temeroso de que algo pudiera arruinar su jugada, firmó de inmediato, sin pensarlo dos veces.

En cuanto pudiera llevar ese contrato al despacho de abogados, no pasaría mucho para que todas las acciones de Ignacio pasaran a su nombre.

Cuando terminó de firmar, Sabrina recogió las dos copias del acuerdo.

Aun así, Camilo siguió actuando como si todo fuera perfecto. Incluso, después de firmar, mantuvo su tono entusiasta con Sabrina y hasta la invitó a cenar y luego al cine.

Pero Sabrina lo frenó en seco.