Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 44

Después de meses saboreando el poder, ¿cómo iba a aceptar Camilo volver a su antiguo puesto? Sería como caer desde lo más alto.

—Ignacio, el Grupo Guerrero ha cambiado. No puedes simplemente echarme por un capricho —dijo, apretando los puños con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos—. Mañana convocaremos una junta. Que los directores voten. Es lo más justo.

—¡Sobrino! —Ignacio soltó una risa fría y seca—. ¿Se te olvida que yo soy quien tiene la última palabra en el Grupo Guerrero? Poseo el treinta y cinco por ciento de las acciones.

El resto de las acciones se repartían entre Felipe, los tres hermanos y otros accionistas minoritarios.

Así que, incluso con una junta, la decisión final recaería en el accionista mayoritario: Ignacio.

El rostro de Camilo se ensombreció.

—Estás abusando de tu poder —dijo entre dientes.

—¿Y qué? —replicó Ignacio con una sonrisa desafiante—. Cuando yo dirigía el Grupo Guerrero, tú todavía estabas estudiando en el extranjero. ¿Y ahora vienes a hablarme de capacidad?

Entró en la empresa a los veinte años y se convirtió en el sucesor a los veintidós. Al principio solo tenía el quince por ciento de las acciones, pero antes de tomar el mando, Felipe le cedió el veinte por ciento que pertenecía a su difunta esposa, convirtiéndolo en el accionista mayoritario.

—Abuelo, ¿no va a decir nada? —Camilo se giró hacia Felipe, depositando en él su última esperanza.

Felipe agitó la mano.

—Tu tío tiene razón. No puedes usurpar su puesto. Ahora que ha despertado, lo que es suyo debe volver a él.

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