Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 45

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Julieta, furiosa, señaló a Petrona y a Betina.

—¡Son unas envidiosas! ¡No soportan que mi hijo triunfe! ¡Sus hijos son unos inútiles y quieren arrastrar al mío con ellos! ¡Son unas víboras!

Betina la miró con desdén y soltó una carcajada.

—Mi hijo es un piloto de carreras de élite. Nunca ha necesitado a esta familia. No como otros, que han dependido de ella desde que nacieron.

Camilo, aludido, palideció. Apretó los puños, y una mirada asesina se clavó en Betina.

Nunca había sido bueno en los estudios. Por eso, después de la universidad, se fue al extranjero a especializarse en finanzas.

Pero con los años, sentía que había superado a Ignacio en capacidad.

¿Por qué seguían menospreciándolo?

Petrona, siempre tan oportuna, se tapó la boca para disimular la risa.

—Recuerdo que una vez lo llamaron del colegio porque suspendió matemáticas. ¿Fue en la secundaria o en el bachillerato?

Betina le siguió el juego, riendo a carcajadas.

—¡Qué va! ¡Fue en la primaria! Por su culpa, los compañeros de mi Leandro se burlaban de él. Decían que su primo no sabía ni sumar.

—¡Ah, es verdad! Casi se me olvida —dijo Petrona, riendo a pierna suelta. Sabía que la caída de Camilo era inminente. Con Ignacio de vuelta, no tenía ninguna posibilidad. Ahora lo importante era ganarse el favor de Ignacio. Ya no era el mismo de antes; estaba casado y era el presidente del Grupo Guerrero. Aparte de Felipe, era la persona más poderosa de la familia. Con una sola palabra, podría quitarle el puesto de señora de la casa y dárselo a Sabrina.