A la hora del almuerzo, Sabrina fue con sus colegas al comedor. La comida en Empresas Nube era abundante y deliciosa. Después de servirse, se sentó en la mesa donde estaban los empleados de más edad y los saludó con entusiasmo. Todos ellos eran veteranos en la empresa; de hecho, trabajaban allí desde los tiempos del Grupo Molina.
—Llevan mucho tiempo trabajando aquí, ¿verdad? Ya deben estar cerca de la jubilación —comentó.
Los empleados, al ver a Sabrina, que tenía más o menos la edad de sus propias hijas, no mostraron recelo y pronto entraron en confianza, charlando y riendo con ella.
—Acabo de empezar hoy —dijo Sabrina, como si no le diera importancia—. He oído que Empresas Nube antes era el Grupo Molina, ¿es cierto?
Al oír el nombre "Grupo Molina", los rostros de los empleados cambiaron, como si hubieran escuchado una palabra prohibida. Sin decir nada más, recogieron sus bandejas y se levantaron para irse.
Sabrina quedó desconcertada. Solo había mencionado el nombre, ¿por qué se habían ido sin decir ni una palabra? Sin embargo, esto confirmaba que la información que había obtenido en su vida pasada era cierta: la quiebra del Grupo Molina no era tan simple como parecía.
A las dos de la tarde, Sabrina fichó puntualmente para empezar su jornada. En ese momento, Tania llegó a la empresa. Sus miradas se cruzaron de improviso, y ambas se quedaron perplejas.
Tania la fulminó con la mirada. Solo se había ausentado por la mañana para recoger a su madre en el aeropuerto, ¡y al volver por la tarde se encontraba a Sabrina en la oficina!
Al ver a Tania, Sabrina comprendió de inmediato por qué Camilo se oponía a que trabajara en Empresas Nube. Su verdadero amor estaba allí, y temía que ella le hiciera daño.
—¿Qué haces tú aquí? —le espetó Tania, con el ceño fruncido.
Por su tono, era evidente que Camilo no le había contado que ella también trabajaría allí.
—¿Acaso Cami no te lo dijo? —replicó Sabrina con una sonrisa, llamándolo por su apodo a propósito para provocarla.
Sabía que Tania, a diferencia de otras, no disimulaba sus emociones y estallaba con facilidad. Tal vez eso era lo que a Camilo le gustaba de ella, su "autenticidad".



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